Esta vez apostamos por la sencillez, hacemos una revista literaria como una casa, con la voluntad de abrirles las puertas y darles la bie...

Madriguera es una casa


Esta vez apostamos por la sencillez, hacemos una revista literaria como una casa, con la voluntad de abrirles las puertas y darles la bienvenida en el ZAGUÁN. Sentarnos EN LA SALA a conversar sobre los entusiastas que comparten sus motivaciones por la promoción de la lectura, las ediciones cartoneras y los libros-objeto.
Nos asomaremos a la MIRILLA para comprobar que estamos en un país que vive su literatura apasionadamente y transpira poesía por sus cuatro costados.
Escucharemos VOCES de poetas que habitan esta casa y tomaremos algunos textos PARA LEER EN EL SOFÁ mientras echamos un ojo al ATRIL de libros de nuestra mesa de estudio.
Divagaremos sobre nuestra realidad recostados en el DIVÁN y finalmente nos despediremos recordando a nuestros queridos escritores que se han ido y los leeremos DEL JARDÍN CONSTANTE.
Madriguera es una casa para vernos a los ojos, leernos, escucharnos, reconocernos y tomarnos algo juntos, mes a mes, en torno a la literatura, ese tejido de sensaciones, ese aglutinante de pueblos.
Retomamos el nombre nuestra hoja poética, con la que iniciamos este proyecto editorial en el 2006, para emprender otra etapa, esta vez con mayor conciencia de nuestra labor, como promotores literarios y editores por cuenta propia.
Agradecemos a Roberto y Marlin de la Posada Casa de los Pájaros en Coro, quienes accedieron a ser nuestra portada, Astrid Salazar de Dirtza Cartonera C.A. en Maracay, Carlos Yusti, Sael Ibáñez, Ximena Benitez y Roger Herrera desde Caracas, Yariza Rincón en Coro, Liwin Acosta desde Mérida, Oriette D'Angelo desde Chicago y Raquel Tirado de la Biblioteca de Autores y Temas Falconianos, por colaborar con nosotros en nuestro primer número.
Son todos bienvenidos a nuestra CASA.

Jenifeer Gugliotta Guedez
Ennio Tucci
 -Los editores-

El Origen de un Sueño Dirtsa Cartonera nace desde principios del año 2000, cuando estudiaba en el pedagógico de Maracay y me daba cue...

Ediciones Dirtsa Cartonera, C.A.

El Origen de un Sueño

Dirtsa Cartonera nace desde principios del año 2000, cuando estudiaba en el pedagógico de Maracay y me daba cuenta que en el grupo literario donde me desenvolvía, mis amigos y compañeros tenían una gran necesidad por publicar sus textos poéticos, pero esta necesidad quedaba sólo en un sueño pues, para ese entonces, en mi país, el gobierno dejó de subsidiar a las editoriales alternativas, para dar paso a una única editorial gubernamental. Haciéndose más cuesta arriba publicar alguna obra, porque para llegar a esa editorial debías tener “palanca” (algún conocido que te hiciera la segunda).
Sin embargo, mi idea seguía allí latente, siempre quise que mi editorial no fuera igual a aquellas que dejaron de ser subsidiadas, y mucho menos parecida a la del “monstruo” mayor, la editorial del gobierno. Quería que fuera bajo un patrón, un modelo distinto vinculado al arte, con una autogestión productiva la cual llevase a una economía sustentable en cuanto a la producción y a la distribución del libro creado.
Pasaron los años y aún mi idea-sueño seguía en mí, y se fue alimentado con la significancia de la protección del ambiente (aunque suene trillado). Y de un momento a otro, entre cafés, horas de sueños-despiertos, pensé en el papel reciclado y el arte que puede provenir de éste.


Pensé, entre caminatas largas por el centro de Maracay, y al ver la cantidad de cartones que quedaban esparcidos en la aceras de la ciudad entre los negocios de los Chinos, Árabes y Portugueses; di con la idea de utilizar ese cartón como las tapas de mis libros. Pero ¿era posible hacer eso? Ese pensamiento quedó en el aire, no se sostuvo con nada.
Hasta aquel día de agosto cuando me encontraba en la casa, del poeta y amigo Juan Calzadilla, quien me mostró su obra publicada por Eloisa Cartonera. En ese momento, fue ver mi sueño ya hecho realidad, por las manos de un grupo fabuloso que nació de la necesidad y la perseverancia en Argentina. Calzadilla me animó, sin él saberlo, a qué podía hacer algo así.
Y allí se unieron el ánimo y mi sueño, que también lo fue y lo es para cientos de personas, pues al revisar por internet supe de editoriales cartoneras, las cuales hacen revuelo en sus ciudades, en sus países. YiyiJambo en Paraguay, Sarita Cartonera en Perú, Eloisa Cartonera en Argentina, YerbaMala en Bolivia, Olga Cartonera en Chile, Pirata Cartonera en el Salvador, entre otras.
Anclada en este universo creativo, cuando tuve la oportunidad de visitar a Buenos Aires en 2012 me dirigí a La Boca en donde reside o residía Eloisa Cartonera y fue una de mis mayores motivaciones para hacer realidad, hacer física mi editorial de cartón. Pertenecer a un movimiento innovador alejado de los convencionalismos que implica la edición de un libro. Esto era lo que yo, justamente tenía en mi mente y quería.

Sin embargo, en mi vida habían otras prioridades (estudios, mudanzas, trabajo…) que dejaban de un lado esta idea de crear, de innovar, hasta que supe que sola no podía, que sola no avanzaba porque era mucho por hacer, entre registrar la empresa, entre el dinero (que hoy día, poco alcanza) entre el tiempo…
Tuve miedo, Sí. Pero, entonces comencé a contar mi idea a mis amigos, a ver si alguien se animaba a avanzar conmigo en este proyecto; todos me miraban sin decir nada, y si llegaban a decir algo, sólo era: ¡qué bien! Nada más. Nadie quiso atreverse a más. Sólo estaba el asombro y una que otra frase de: ¡échale bolas!
Y quizás no fueron bolas, porque no tengo, pero fueron ovarios. Mis ovarios y los de mi amiga Carolina Valor, quien con su apellido selló mi valor para por fin hacer realidad mi sueño de Ediciones Dirtsa Cartonera. Sí, Carolina aceptó ser mi socia, una noche de septiembre, y se embarcó conmigo al mar del trabajo entre tapas de Cartón.
Fueron y son protagonistas de este sueño nuestra Abogada Aixa Salazar quien redactó cada línea de este proyecto, mi hermano Osward con sus palabras de aquella tarde: está a la orden mi imprenta para tu proyecto editorial. Y el empujón de Ana Carolina de acompañarme al registro y dar el primer paso de  esta meta.
Entonces, quedamos Carolina y yo entre madrugadas de planificación, entre el tiempo del registro mercantil y el nuestro; entre las colas del banco, entre las fallas del sistema y sobre todo entre esos seres que de alguna u otra forma nos ayudaron, sin ellos saberlo y que le hemos puesto de nombre “ángeles”. Sin olvidar, también, dos bases de acero Egbert y Arquimedes, pilares que no se derrumban tras escucharnos con este proyecto que hoy, apenas comienza.
Fue así, como llegó el 8 de enero de 2014 y se hizo Ediciones Dirtsa Cartonera, compañía anónima. Dirtsa, mi nombre al revés, porque esto es el revés de mi mundo en la docencia, el revés de mi caminar por un mundo que no soñé, a otro mundo que sí soñé: Mi Editorial.

La gestión es…

La Visión de Ediciones Dirtsa Cartonera es ser una empresa de vanguardia, bajo el concepto de editorial artesanal y ecológica, pionera en el país. Conocida por su búsqueda de la proyección del quehacer literario a nivel regional y nacional.
Una editorial comprometida con el desarrollo de la cultura a través de la promoción de la lectura, la edición y la venta del libro a bajo costo, así como también, rescatar el valor del reciclaje. Encaminados hacia una nueva estética del libro artesanal, en la cual sean protagonistas las nuevas propuestas de artistas en el ámbito venezolano y latinoamericano. Creando y elaborando desde la imperfección, libros y demás publicaciones.

Nuestra misión es publicar la obra de escritores, de diversas latitudes y edades, promoviendo a autores nóveles y de trayectoria que presenten obras de interés poético, narrativo, gastronómico, fotográfico, dramatúrgico, de arte y de música. Con un amplio y abierto criterio; obras literarias y artísticas que vinculen y creen mundos posibles con diferentes identidades.
Con esta nueva alternativa en Venezuela en torno al mundo editorial, buscamos estar acorde al tiempo que vivimos en el ámbito: artesanal y artístico. Diversidad de precios, personalización de cada ejemplar, puesto que, no editaremos nunca un libro idéntico a otro, venderemos objetos de colección, impresos. Piezas únicas.
El cartón para la elaboración de los libros es completamente reciclado. Es parte del proyecto editorial: utilizar materiales construidos para diversos usos y darles uno nuevo. Recuperar e intervenir el material para hacer un objeto artístico.
Como editorial Ediciones Dirtsa Cartonera tiene como valor, propiciar  lugares de encuentro, entre el lector y la literatura, entre creadores y artistas. Abriendo caminos distintos para nuevos modelos editoriales, la búsqueda de elementos nuevos para la gestión económica de la editorial. Así como contribuir con el cuidado del planeta. Vinculando hacia lo justo, no hacia el afán de beneficio desmedido.


Es así como ya llevamos por cinco años consecutivos realizando en nuestra ciudad, la Feria del Libro Usado en Maracay –FLUM. La fiesta del Libro, que  busca contribuir a la promoción de lectura y a la actividad literaria. Propiciando el encuentro para que la poesía, la música, el teatro, la fotografía, la danza tomen la ciudad de Maracay y ofrezca una experiencia única al público de la región, durante los tres días de permanencia del evento.
También hemos gestado un movimiento de talleres de producción literaria y de elaboración de El Libro Cartonero, dando a conocer las experiencias y los logros de las editoriales cartoneras e independientes en Latinoamérica. Porque la idea es que en Venezuela, se logren crear otras editoriales cartoneras. Y así, formar alianzas que nos permitan liberar el arte y los artistas del exilio al que son condenados por el mercado. La libertad de traducir, reescribir, recrear, y sobretodo sentir a los autores del pasado y del presente que por una u otra razón, quedaron y quedan fuera de los cánones y del público.


Publicaciones

De esta experiencia han nacido grandes obras, como lo es el Cómic  Melissa Loto -2015, creado por José Bordón. Este cómic recrea a un personaje inspirado en el arte pop de los años 80´y 90´, una  historieta que profundiza en los temas del acoso escolar, la diversidad sexual y la discapacidad.
También tenemos el libro cartonero Acordes -2015, una antología poética de nueve autores venezolanos: Bettina Bello, Zullym Bello, José Bordón, Aura Capanni, Norma Golindano, Mary Moreno, Marina Sandoval y Dilcia Zamora. Este libro fue la expresión y el resultado, hecho a mano, de los integrantes del Taller de Poesía y Edición Artesanal, facilitado por nuestra editorial, en alianza con la Casa Nacional de las Letras, Andrés Bello.
De sal y de fuego -2016, un poemario del artista y escritor César León, que desviste la palabra para convertirla en poema y así transitar caminos, que solo la voz poética conoce y es capaz de compartirlo con los lectores para concretar el acto amoroso.
Asimismo, tenemos la publicación más reciente de Tres poetas franceses del siglo XX -2017, con versiones y notas del escritor y ahora, traductor, Manuel Cabesa, quien da a conocer tres voces transcendentales, donde es posible encontrar, no solo una poesía intimista, de rasgos cálidos y hasta espirituales, sino también un espacio de entrega hacia y para la buena, y siempre mutable, poesía.
Dirtsa Cartonera, no solo se encarga de dar a conocer el talento de la región o de Venezuela, sino que también hemos reproducido obras literarias, con derecho de autor ya libres, como lo son El principito, la obra poética de César Vallejo, La poesía indígena venezolana, Cartas de amor de grandes hombres de la historia. Asimismo, realizamos detalles cartoneros: agendas, cubos poéticos, cuadros literarios, cuadernos pentagramados, libretas de notas con papel reciclado, entre otros.


Somos

Un pequeño equipo, amantes del cartón, del arte y de la innovación
Astrid Salazar. (Maracay, Venezuela. 1984). Profesora de Castellano y Literatura. Magister en Orientación Sexológica. Corrector profesional de estilos.
Carolina Valor. (San Juan de los Morros, Venezuela. 1979). Licenciada en Comunicación Social Mención Desarrollo Social, Periodista, Publicista y Docente a nivel superior. Actriz de teatro y televisión.

Redes Sociales
Correo: edicionesdirtsa.cartonera@gmail.com
Twitter: @DirsaCartonera
Instagram: @edicionesdirtsa.cartonera
Facebook: Dirtsa Cartonera
Télefonos: 02438711898 – 0412 4332348 – 0424 3076801
Blogs: http://dirtsacartonera.blogspot.com/

Por Carlos Yusti Comencé a interesarme por los libros-objetos y los libros de artistas gracias a un texto de James Joyce que aparece en...

En la pista de los libros-objetos

Por Carlos Yusti


Comencé a interesarme por los libros-objetos y los libros de artistas gracias a un texto de James Joyce que aparece en el capítulo 17 del Ulises. Leopold Bloom realiza una pesquisa de las gavetas de la cocina:

“¿Qué contenía el primer cajón abierto?

Un cuaderno de caligrafía de Vere Foster, propiedad de Milly (Millicent) Bloom, algunas de cuyas páginas llevaban dibujos esquemáticos, subtitulados Papi, que mostraban una gran cabeza globular con 5 pelos de punta, 2 ojos de perfil, el tronco completamente de frente con 3 grandes botones, 1 pie triangular: 2 fotografías amarillentas de la reina Alejandra de Inglaterra y de Maud Branscombe, actriz y belleza oficial: una tarjeta de Pascuas con una representación pictórica de una planta trepadora, la inscripción Mizpah, la fecha Navidades de 1892, el nombre de los remitentes: de Mi. y Mis. M. Comerford, el versículo: Que estas Pascuas te traigan paz, felicidad y júbilo venturoso:(…)algunas monedas austrohúngaras heterogéneas: 2 papeletas de la lotería patrocinada por la Corona húngara: una lupa de poca potencia: 2 fotolitografías eróticas mostrando a) coito bucal entre señorita desnuda (presentación trasera, posición superior) y torero desnudo (presentación delantera, posición inferior) b) violación anal a cargo de religioso varón (enteramente vestido, ojos turbios) de religiosa hembra (parcialmente vestida, ojos diáfanos), adquiridas por correo en el Apartado n.° 32, Estafeta de Correos de Charing Cross, Londres, W. C.: un recorte de periódico de una receta para la restauración de botas viejas marrones: sello adhesivo de 1 penique, de color lila, del reinado de la Reina Victoria: (…)” y así otros etcéteras.

Lo que me gustaba era la descripción que convertía en visual una serie de objetos, fotos y papeles variados aglomerados sin conexión alguna.

El otro hilo, de este zurcido un tanto descolocado, fue un documental del escritor Arno Schmidt, considerado como el “Joyce alemán”. Cuando Schmid comenzó a escribir y a realizar sus primeros textos experimentales no había leído a Joyce. Luego de leerlo subrayó mucho más su búsqueda y su libro

Zettels Traum (o El sueño de la ficha) es (a groso modo) un monumental mamotreto (1.330 páginas ensayo sobre Edgar Allan Poe. Para tal fin su autor redactó entonces 130.000 fichas que se convirtieron en 1.130 fichas mecanografiadas, de un formato de 33 x 44 cm.) cuyo derrotero temático es algo así: una pareja de traductores están en los preparativos para iniciar la traducción de las obras de Edgar Allan Poe. Como parte del trabajo visitan a un anciano y ermitaño polígrafo, aparte de buen conocedor de la vida y obra de Poe, Dän Pagenstecher y solicitarle algunas orientaciones. Durante un día completo (los acordes joyceanos son innegables) el lector participa de paseos, conversaciones, sospechas amorosas entre Dän y la hija del matrimonio, de dieciséis años, la visita a una feria campestre, una excursión en el terreno del mito y todo el tiempo discusiones, citas y comentarios sobre Poe. Lo singular es que Arno Schmidt utilizó tres columnas, que se entrelazan, para desarrollar el libro. La columna central en el centro de la página desarrolla la acción externa e interna, la anécdota junto con el diálogo y el monólogo interior del anciano polígrafo. A la izquierda encontramos la discusión sobre Poe, llena de citas, y el margen derecho contiene los comentarios adicionales, las notas al pie y las acotaciones del propio autor. Además cada página está llena de subrayados, líneas e incluso dibujos sin contar los neologismos y palabra inventadas por el autor.

Esto me llevó hasta el artista Ed Ruscha quien veía al libro no como Borges, para quien era  “una extensión de la memoria y de la imaginación”, sino como una composición repetitiva de palabras y páginas. A Ruscha le fascinaba ese sentido casi mecánico del libro y con esta idea elaboró su primer libro: Twenty-six Gasoline Stations, (26 estaciones de gasolina, publicado en 1963) como una composición de repetición. Eran 26 fotos cuyo tema eran gasolineras un tanto desoladas, ubicadas en la ruta 40 entre las ciudades de Los Ángeles (donde residía) y Oklahoma (lugar de residencia de su madre), por las que pasaba cada vez que la visitaba. Realizó una autoedición  con tiraje de 400 ejemplares y luego los colocó en cada una de estas gasolineras para su venta. Sus otros libros también eran de fotografía, pero sería con el libro (Todos los edificios de Sunset Strip, del año 1965). El libro presentaba en un formato panorámico la totalidad de los edificios a ambos lados del bulevar californiano de Sunset Strip. Lo interesante es que el interior del libro está encuadernado en forma de acordeón, mediante la unión de nueve fragmentos de papel doblados en veintisiete pasos, con una longitud total de unos ocho metros. Las imágenes que contiene recogen todos los edificios de la calle mencionada en el título en un rango de números, que van del 8024 al 9156, para los pares, y del 8101 al 9145 para los impares. Cada una de las secuencias aparece impresa en una larga fila, arriba y abajo de la página (esta última invertida), de modo que tienen absoluta autonomía. El texto del libro sólo ofrece información de los números de las casas fotografiadas y de las calles transversales que cruzan la calle principal. Este recorrido el artista lo hizo con una cámara montada en un camión, el tiempo que le tomó conducir los dos o tres kilómetros del recorrido y volver fue apenas de 35 minutos. No obstante armar las fotos, unirlas, luego doblar y pegar las hojas impresas a mano le llevó alrededor de nueve meses. Ya el lector no sólo vería el libro, sino que lo manipularía como un artefacto que se despliegue y el cual tiene que girar. El artista confeccionó un libro a su gusto o como él lo dijo: “No soy un gran lector, pero amo los libros, lo que son como objeto físico”.

Yo por lo contrario soy lector y siento algún fervor/pasión por los libros como objetos y símbolos de la imaginación y la memoria, como una metáfora necesaria de la escritura como signo, como imagen de esa estética imprescindible de la capacidad de expresarnos, de interrumpir de alguna manera el ruido y el silencio del mundo.


Carlos Yusti (Valencia-Venezuela, 1959).
Pintor y escritor. Cofundador del grupo Literario Los Animales Krakers y de la revista Zikeh. Su última exposición conceptual fue La Tapa del Frasco, revista-objeto, 2015. Ha publicado Pocaterra y su mundo (Ediciones de la Secretaría de Cultura de Carabobo, 1991); Vírgenes necias (Fondo Editorial Predios, 1994), De ciertos peces voladores (1997). Dentro de la metáfora: absurdos y paradojas del universo literario (2007); Para evocar el olvido y otros ensayos inoportunos (Ediciones del Perro y la Rana, 2007) y Poéticas del ojo (editado por El perro y la rana, 2012) que reúne sus textos sobre arte. “A la brevedad posible” (Libro-objeto, ensayos-2015. 80 ejemplares numerados). “Cartografía del tahúr solitario”, (libro-objeto que consiste en 40 cartas de baraja. Ensayos/2016. 150 libros numerados). En 1996 obtuvo el Premio de Ensayo de la Casa de Cultura “Miguel Ramón Utrera” con el libro Cuaderno de Argonauta. En el 2006 ganó la IV Bienal de Literatura “Antonio Arráiz”, en la categoría Crónica, por su libro Los sapos son príncipes y otras crónicas de ocasión. Contacto: yusticarlos@gmail.com

Por  Roger Herrera R "La mejor forma de decir, es hacer." José Martí Quizás en algún antiguo códice Maya exista...

El libro infinito: Juego y logografía en la obra de Carlos Yusti

Por  Roger Herrera R



"La mejor forma de decir, es hacer."
José Martí

Quizás en algún antiguo códice Maya exista la sospechosa creencia de que, tras la escritura de estos textos, no estuvo un sacerdote o un cronista oficial de la época trazando los signos de su cultura, sino más bien un artista, alguien capaz de expresar la ilación semántica del dibujo, el número y la letra.

Glifos, códigos, números, signos apetecen el papel y la gula de ciertos creadores, que sin más advierten en cada una de sus propuestas la impronta de lo insólito, de lo inefable; la búsqueda secreta de un lenguaje que se divorcie de los cánones establecidos o haga trizas las ordenanzas y postulados estéticos, para abordar muy "a su aire" su pertinente aleatoriedad.

Hoy quisiera referir mi llana expresión, a uno de esos seres que median entre el sueño y la vigilia al estilo de Alfred Jarry, para luego apoderarse de esos irregulares territorios donde habita el lenguaje escrito y las formas visivas de la grafía. Ser que auspicia desde sus ordenamientos estéticos, la búsqueda infinita del hacer artístico desde los mecanismos de la imaginación y donde juegan papel relevante el juego y la seducción de la letra y el ícono sobre el soporte.

Me refiero, a la obra síntesis del creador Carlos Yusti (Valencia, Carabobo, 1959) Aunque parte de los ordenamientos de la plástica y la literatura, Yusti propicia desde los cauces de la patafísica y la tentativa imaginaria de Raymond Russel, la dilucidación de un otro ordenamiento de lo que deberían ser los criterios a la hora de crear un libro. Sus libros de artistas se exhiben en la Galería Universitaria Espacios Cálidos del Centro de Estudios y Creación Artística de Plaza Morelos de la UNEARTE, la muestra se inauguró el 9 de mayo del 2017. El objeto estético libro es para Yusti, un objeto sin fin. Esta pertinencia tiene íntima relación con la búsqueda y llenado del hueco en la alegoría. El llenado, es lo que produce en el artista plenitud y en el espectador no sólo el goce sino que entra en empatía y se deja seducir, por lo inacabado, por el accidente; la obra de Yusti está a contra-corriente de las formas lógicas de hacer. No en vano su relación aleatoria con los logogrifos y logolalias de Samuel Robinson y por ende su relación con Antonin Artaud, padre escatológico de las formas de escisión entre naturaleza y cultura y quién además hace voces contra "los suicidados de la sociedad".

Estos seres sin par, conforman una fauna inédita y fuera de lugar que desde sus particularidades  y sus extravagantes formas de vida, nos legaron un conjunto de propuestas estéticas donde se conjugan el código escrito y la imagen visual, de dichos ejemplos podemos destacar, las singulares logografías o logolalias logradas por Simón Rodríguez en el s. XIX, donde letra e imagen visiva se articulan en el soporte, creando zonas de tensión, donde la palabra que hace las veces de signo gráfico, para transportar un mensaje que va de la mano con la impronta oral-escrita y del dibujo. Esto sin atropellarse y sin dar lugar a equívocos en los terrenos de la comunicación, para darle una configuración dibujística al asunto tratado.  Esta experiencia no podría destilare en este escrito, si no exorcizáramos la oportunidad de aludir a un Arthur Rimbaud en el libro "Una temporada en el infierno" y aludiéramos su obsesión por conjurar palabra y color al unísono con la música proyectada en su prosa poética. Más adelante los futuristas darán cuenta de "las palabras en libertad", la irrupción de los aspectos fonológicos y la ruptura con la sintaxis. Esta herencia redundará en los espectáculos dada y sus disparatadas postulaciones, sus cantos en contra de la guerra implementados a través del absurdo, manifestaciones que servirán de fuente de inspiración a las argucias y deliberaciones generadas desde el humor negro surrealista a partir del legado de sus manifiestos. pero cabe destacar, que de ellos el que abre las puertas a novedosas formas de escribir el dibujo y dibujar la palabra es Antonin Artaud. Un gran abanico de creadores, han transitado por los espacios de "la ciencia de las soluciones imaginarias, a partir de la virtualidad" es decir la patafísica, han desandado a su vez por los espacios del arte visivo o poesía visual, a saber: Ramón Ordaz y Juan Calzadilla. Otro bien connotado y ya desparecido de esta inmunda realidad, nuestro gran gurú de la pata de palo: Dámaso Ogaz.

Nuestro Yusti, propone un discurso, a pesar de no ser único, es esencial, es orgánico y al realizarlo, no sólo, se plantea enfatizar en el hechizo entre espectador y obra o entre el ser y el hacer. Él nos brinda la oportunidad unívoca de encontrarnos con la secreta palabra, con nuestros códigos ocultos, donde cada vez que hace un llamado a la creación del libro sin fin a partir de lo imaginario. Nos involucra, no sólo en la praxis de su laboratorio logográfico, sino que en franca conversación peripatética con nuestro Simón Rodríguez, nos advierte: "El fin último de la Educación es la sociabilidad, para hacer menos penosa la vida.". la sustancia última de estos poemas, dibujos, colores, sonidos, papeles, cartones, emociones, gritos, alegorías, secretos, estallidos y perplejidades, es hacer más sociable al libro y dar mayor sociabilidad a nuestras vidas.

Caracas 06 de mayo de 2017


Foto: Yuri Valecillo
Roger Herrera Rivas (Caracas, 1962)
Poeta. Licenciado en Teatro (instituto Universitario de Teatro). Ha publicado el estudio monográfico Apuntes sobre el Teatro y su doble (2001), y los poemarios Fragmentos (1987), La crín de Dios (1996), Desadaptados (2000), Elegías de Wölfing y Los balandros son dioses (2005). Obtuvo la mención del premio Tomás Alfaro Calatrava (2000) auspiciado por el diario Antorcha y el Ateneo de El Tigre. Correo: rhnavaja@gmail.com Número: (0426) 516 92 05

Por Ximena Benítez La Universidad Nacional Experimental de las Artes celebra su 9° Aniversario con la Exposición Arte en Proceso qu...

Sobre los Libros de Artista de Carlos Yusti

Por Ximena Benítez

La Universidad Nacional Experimental de las Artes celebra su 9° Aniversario con la Exposición Arte en Proceso que se desarrolla en sus Centros de Estudios y Creación Artística, para la Galería Universitaria Espacios Cálidos del CECA Plaza Morelos se invitó a exhibir su trabajo al venezolano Carlos Yusti, escritor y artista plástico nacido en la ciudad de Valencia, estado Carabobo.
En el trabajo de Yusti encontramos estrecha relación entre la literatura y las artes plásticas. En esta exposición de Libros de Artista hallamos objetos intervenidos que fungen como libros: disquetes de los que se despliegan papeles doblados en forma triangular constituyendo una suerte de acordeón con pintura s y grafismos, discos de vinil que se abren para desplegar papeles coloreados, zapatos a los que luego de desatar sus trenzas puedes acceder a un libro de idéntico tamaño del pie que debería habitarlo, una máquina de escribir de la que brota un papiro suspendido que da la sensación de volar, ser infinito y atraviesa la sala de la galería.

La muestra plástica está integrada además con varios ejemplares de la revista La Tapa del Frasco, estas revistas contienen ensayos de diversos temas y autores, poemas, dibujos que vienen doblados dentro de contenedores distintos: frascos de pastillas, bolsas de plástico con objetos dentro, dedales de los que salen pequeños textos que se despliegan, textos que forman cigarrillos que pueden ser desenrollados para leer, hasta un simulacro de billetera de caballero realizada con cartulina y que posee dentro todo lo que suele llevarse (identificación, estampita de santo, servilleta con la huella de un beso, billetes).  Entonces la función del objeto adquiere una resignificación y la idea convencional de libro o revista es abolida abriendo paso a un universo de posibilidades que despierta la imaginación y desprejuicia al espectador, le hace dudar de lo establecido, le invita a buscar qué hay más allá, le sintoniza con un tiempo de lectura en el que lo creado (el libro de artista) le permite modificar su ánimo y  pensamientos.


Ironía, contradicción, irreverencia, crítica, erotismo, son algunas de las características que poseen las obras del artista, invitan al espectador al juego, a manipularlas, a interactuar con ellas, son sensuales en la medida de que quien las toca (mientras lo hace) se convierte en su testigo; si el papel tiene una textura, un sonido, una trasparencia quien las manipula se lleva algo de ese cuerpo que fue creado por el artista, por un  momento pasa a formar parte de ese espacio de calidez y comunión.
La obra de Yusti posee entonces alumbramiento en la medida en la que algo se “descubre” o es “develado”, asombro y goce en el momento en que esto sucede, hay silencio, sensorialidad, emociones. Mujeres con rasgos negroides y grandes curvas realizadas con trazos gestuales y colores vibrantes son una constante en esta muestra. El papel es plegado para ser desdoblado, hay  experimentación con diferentes materiales.

El espacio en la obra de Yusti sucede en secuencias, lo que “aparece” descubre la noción de superficie versus interioridad y el tiempo o momento de lectura generada por la obra-acontecimiento. Los formatos utilizados en sus obras ofrecen calidez-intimidad-complicidad, asimismo, son frágiles e invitan al juego.Un libro dentro de un libro, dentro de otro que se despliega y te hace soñar. En los Libros de Artista de Carlos Yusti se muestra el infinito espacio de lo finito por medio de lo sensorial que logra despertar la imaginación.

Caracas, mayo de 2017





Ximena Benítez (Caracas, 1974).
Poeta venezolana Licenciada en Artes Plásticas, mención Escultura, egresada de la Escuela de Artes Visuales “Cristóbal Rojas” Editora fundadora de la Colección Poesía del Mundo, la Revista Arte de Leer, Libros de Venezuela del Ministerio del Poder Popular para la Cultura de Venezuela y de los Cuadernos de Pensamiento y Creación de la Unearte. Ha publicado Temporales en extramuros (Fondo Editorial Ipasme 2007) y Caracas, Visiones Visibles (Fundación Editorial El perro y la rana, 2013). Premio Nacional de Promoción de Lectura 2003. Actualmente es Vicerrectora del Poder Popular de la Universidad Nacional Experimental de las Artes. También lleva el blog http://ximenabenitezvargas.blogspot.com/ y puedes encontrarla en su cuenta twitter @TibisayCaracas

-Madriguera Revista Literaria Tanto tiempo encerrados en el taller nos asomamos por la mirilla de la puerta para observar el afuera de ...

Mayo de voluntades

-Madriguera Revista Literaria


Tanto tiempo encerrados en el taller nos asomamos por la mirilla de la puerta para observar el afuera de esta casa, nos enteramos entonces el país está más vivo que nunca y la actividad literaria y cultural en todas sus manifestaciones dan fe de ello.
Gente de distintas partes haciendo talleres, charlas, recitales y presentaciones de libros. Un trabajo imperceptible en medio de un patrón informativo nacional que siendo exclusivamente morboso se hizo enfermizo y nubla nuestra percepción.
El mes de mayo fue un mes verdaderamente rico en lo que respecta a las actividades dedicadas a la promoción del libro, la lectura y la escritura. Los encuentros literarios y las presentaciones de libros fueron el pan nuestro cada día con nuevos escritores de distintas edades, lugares, géneros y estilos.
Por tal motivo queremos inaugurar nuestra revista registrando aquellas actividades pasaron por nuestros ojos y que más que hablar de una estadística, sí habla de una voluntad de hacer por el país y por consiguiente nos hace pensar en la posibilidad de una suma de voluntades, esto nos llena de esperanza a todos.
En tal sentido es asombroso el trabajo coordinado que lleva adelante algunas empresas privadas, organizaciones sociales y culturales las cuales mencionamos a continuación.

LIBRERÍA KALATHOS - CARACAS

Ubicada en el centro de arte Los Galpones en Caracas, a LIBRERÍA KALATHOS es sin duda una de las más activas en el país en lo que actividades literarias se refiere, aprovechamos la oportunidad para reseñar algunas actividades que realizaron durante este mes.

7 de mayo

Hoy nos convocó el bautizo de "40 Meses" un fotolibro, donde la artista Yole Quintero explora temas cotidianos como familia, ausencia y tecnología, esta vez, desde la perspectiva del inmigrante. Una mirada personal sobre la diáspora, tema con el cual todos nos podemos sentir plenamente identificados. En la conversación la acompañó la fotógrafa Aglaia Berlutti.
 
14 de mayo

En un acto en el que seguimos apostando a la literatura como método de resistencia, realizamos la presentación de "Nuestros más cercanos parientes" antología del cuento venezolano de los últimos 25 años. Trabajo de compilación de Miguel Marcotrigiano. Esta muestra cumple una doble condición: revela algunas de las pulsiones del cuerpo social venezolano de los últimos veinticinco años (1991-2016), al tiempo que evidencia los alcances técnicos del cuento en el contexto de la literatura nacional y, por extensión, en la cultura escrita latinoamericana. Un esfuerzo conjunto de Fundacion CDEI Miami y Kalathos Editorial España.

21 de mayo

Nuevamente nos convocó la poesía, esta vez fue para la presentación de "Poemas con destino" de Fernando Mariño, cineasta, escritor y publicista, quien cuenta con una amplia trayectoria como ejecutivo de medios de comunicación, conferencista sobre el tema “Historia y evolución de la Televisión”. El poemario contó con un lujo de madrina, la cantante Mirna Ríos. Editorial Lector Cómplice

25 de mayo

Charla: El dedo de David Lynch, de Fedosy Santaella, quien compartió con los presentes detalles sobre el proceso creativo de su novela. Editorial Pre-Textos España, 2015.

27 de mayo de 2017   

Presentación de la novela "Cuarto Azul" de Raquel Abend publicado por Kalathos Ediciones España. Palabras a cargo de Gisela Kosak, Miguel Marcotrigiano y Luis Alvarez Ayesteran.

 

DIRTSA CARTONERA-MARACAY

4 de mayo

Presentación del libro “Tres poetas franceses del siglo XX” con versiones y notas de Manuel Cabesa; presentación a cargo de Mario Amenguar y Astrid Salazar, editora de Dirtsa Cartonera. “La selección de Tres poetas franceses del siglo XX, con versiones y notas de nuestro amigo escritor y ahora, traductor, Manuel Cabesa, da a conocer tres voces transcendentales, donde es posible encontrar, no solo una poesía intimista, de rasgos cálidos y hasta espirituales, sino también un espacio de entrega hacia y para la buena, y siempre mutable, poesía.”
 

CRITICARTE COLECTIVO POÉTICO CULTURAL

26 de mayo 

En el Centro Cultural Parque Central se disfrutó de la combinación de buena música con los Dj´s Luis Jiménez y Jesús García y la participación del Colectivo Poético Cultural CriticArte recitando poesía para animar la ciudad. Evento organizado por Caminando Caracas.
 

COMPLEJO ECOCULTURAL PARAGUANÁ

12 de mayo

Frente al Zoológico de Paraguaná, en la Comunidad Cardón de la ciudad de Punto Fijo, se inauguró la Sala de Lectura Mary Granadillo, un espacio dedicado a la promoción de la lectura y el amor por los libros. La sala en cuestión comprende una terraza donde la Rede Bibliotecas Públicas del Estado Falcón dispuso una colección bibliográfica dirigida especialmente a niños, niñas y jóvenes; la misma servirá para impartir talleres de escritura y lecturas.


FÁBULA EDICIONES

25 de mayo

Con una programación completa se realizó en Coro el XI FESTIVAL PALABRA EN EL MUNDO 2017, Festival Internacional de Poesía en todas partes, de la mano de Gabriel Jiménez Emán, director editorial de Fábula Ediciones, en compañía de Celsa Acosta, José Noroño y Enzio Provenzano. Dicho evento se permitió rendir homenaje a Rafael  Sánchez López y Alí Primera, y un conversatorio sobre la trova, además de las lecturas en horas de la mañana y la tarde con más de veinte poetas de la región falconiana. Para esta actividad la Librería del Sur de Coro, ubicada en la Casa del Sol del centro Histórico de la ciudad, sirvió de espacio para el encuentro de poetas, escritores y amantes de la literatura.

https://youtu.be/JPn_nX_IfMQ Astrid Salazar.  Escritora y docente venezolana (Maracay, Aragua 1984). Es profesora de castellano y literat...

Lectura de la poeta Astrid Salazar

Astrid Salazar. Escritora y docente venezolana (Maracay, Aragua 1984). Es profesora de castellano y literatura y magister en orientación sexológica. Terapeuta de parejas. Correctora profesional de estilo. Fundadora y directora encargada de la editorial Dirtsa Cartonera (Maracay). Autora de los poemarios Azules de mi infancia (La Liebre Libre, 2004), El octavo pecado (Fundación Editorial El perro y la rana, 2007), Urbano (Fondo Editorial Sacumg, 2008), Plaquette Astrid-Gloria (Editorial La Espada Rota, 2008) y Paraíso de los insomnes (Ediciones Dirtsa Cartonera, 2014). Cursó estudios de actuación en la Fundación Cultural Shekinàh. Ganadora en 2001 del Concurso de Poesía Interliceísta “Rafael Bolívar Coronado” y del Primer Premio en el XI Concurso Literario “Nélida Cisnero”, convocado por la Unidad Educativa Instituto Los Próceres (Maracay). Obtuvo mención honorífica en el Concurso de Literatura Augusto Padrón 2006. En 2008 participó en el XV Encuentro de Mujeres Poetas de Cereté, Colombia. Es facilitadora del Programa de Red Escolar del Sistema Nacional de Talleres Literarios, auspiciado por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello (Caracas). Colabora de manera permanente con los principales periódicos del estado Aragua y ha participado en diversos talleres literarios y ponencias a nivel nacional e internacional.

https://youtu.be/U053KIxenuQ Yariza Rincón.  Maracaibo, 1953. Poeta y bibliotecaria. Licenciada en Educación mención Desarrollo Cultural,...

Lectura de la poeta Yariza Rincón

Yariza Rincón. Maracaibo, 1953. Poeta y bibliotecaria. Licenciada en Educación mención Desarrollo Cultural, Universidad Simón Rodríguez (2009). Fue miembro del Taller de Creatividad Literaria dictado por Juan Calzadilla en la Casa de la Poesía “Rafael José Álvarez” (2003-2004). Participó en la II Bienal Nacional de Literatura “Ramón Palomares” en el Estado Trujillo (2005 y 2007); III Bienal de Literatura “Orlando Araujo" en Barinas (2006); Elías David Curiel en Coro (2002, 2004, 2006 y 2008). Promotora de lectura del Plan Nacional “Leer es entender”. Reseñas de su obra aparecen en las revistas Trapos y Helechos, Ventanal, Oikos, Abran Paso y Letra Viva. Ha publicado “La Mujer Caballo” (Fund. Editorial el perro y la rana 2008). Conserva inédito el libro “Colonia deshabitada”.

Por Jenifeer Gugliotta Guedez En estos días de estragos, hasta en los pueblitos más recónditos se vive en aceleración. El caos, no...

Oriette D`Angelo: Subrayo un título como subrayo un país



Por Jenifeer Gugliotta Guedez


En estos días de estragos, hasta en los pueblitos más recónditos se vive en aceleración. El caos, no sólo el propio si no el mundial, se han acentuado con el devenir de los días y se han acercado a nuestras instancias más sublimes e íntimas. El alma, la lectura, nuestra comunicación con el mundo, la escritura y ese almácigo de palabras terminan por verse afectadas, o más bien aludidas por una realidad que no se circunda en la periferia.
Entonces leemos en nosotros a un país que si bien es rico en paisaje y habitantes, se ha convertido en casi un tumulto de palabras, políticamente incubadas que van desgarrando valores. Cardiopatías, me dice. Y yo le creo, tanto como muchos otros que nos hemos acercado, siempre sigilosos al encuentro con su palabra. Porque sabemos que no es sólo leer grafías en un papel o una pantalla, es leer un alma, trastocada por una realidad lacerante, y que, queramos o no, nos recrudece.
Oriette D`Angelo vino a mí, cuando yo llegué a ella a través de la poesía. Y me invitó a participar en su proyecto digopalabratxt.com (el cual invito a visitar). Entonces supe de ella, una caraqueña nacida en el año 1990, quien en el año 2014 obtuvo el Premio de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores. Un reconocimiento a su atinada lucidez al escribir, a su decir constante: poéticamente sincero.
Cardiopatías resulta ser una carrera contra el tiempo, poemas con aceleración constante, en donde ni se pierde, ni se gana. Es un decir de palabras acertadas, asociadas siempre al cuerpo, a los huesos, al fémur fracturado, un país-humano que se aleja adolorido por la ultranza, es todo un poema destruido, mancillado por una ciudad (Caracas siempre, su ciudad, que ahora puede ser todas, Venezuela) arrebatada por el desprecio. “Me silenciaste los tejidos/ y cerraste toda posibilidad de diálogo/ forzando mi mudanza…”
Cada palabra es un dardo lanzado al infinito, sin objetivo aparente, dice: “¿Qué somos aparte de la cédula?” Y comienzas a pensar en los más de veinte millones de venezolanos, que emigran en un mismo país: de harina a yuca, de una pastilla a una mata sagrada, de omnívoro a vegano, de católico a evangélico, de casado a soltero, de 95 kilos a 54, de izquierda a derecha y viceversa. Sin darnos cuenta que una molotov puede caerle a cualquiera, como un asalto en cualquier esquina. “Donde hay cercos y espinazos/ hay luto y condolencia/ Desde la urna/ el olvido es una especie fúnebre/ sin autopsia definida…”
Junto a Oriette, subrayo un título como subrayo un país…
Selección de textos de su libro Cardiopatías:


Cardiopatías
Monte Ávila Editores Latinoamérica C.A, 2016
Depósito legal: lf50020168001759
ISBN:978-980-01-2029-3 

Subrayo un título como subrayo un país

Nos hemos convertido en una pantalla. Adormecidos ante el estruendo de las piernas. [cobija hueca con noticias de otro mundo.] El muerto que no nos pertenece y el mandatario obsoleto acusado de corrupción. El programa en otro idioma y la antena infaltable en cada ventana, en cada hogar. Nos dicen que aquí vale más el derecho a la alimentación que el derecho a la vida. Y morimos, pero comemos. En mi pecho se devoran paraísos, playas, Los Roques, Mercal, La Tortuga. Subrayo un título como subrayo un país. El tiempo cambia y nos inventamos las estaciones. Nuestro invierno es una lluviecita y el verano es El Guri seco. Nos atropella una moto y seguimos. Tengo una patria de enjambres. ¿Quién nos enseñará a salir de la pantalla? Quiéreme y sácame de aquí, dijo Manolo García, pero nunca lo escuchaste.

Anatomía de un infarto

Poco a poco se te congelarán las piernas. Sentirás que un gato te maúlla fuerte en el oído. Necrosis corporal. Que ya no me llevaste sangre. Que ya me tapaste las arterias. Que ya basta del maltrato que me irriga el cuerpo. Que ya no sabes pronunciar un nombre. Que te tocas el pecho y el tacto duele menos cuando es propio. Que el aire también infarta. Que esto no es grito ni resistencia. Desgaste coronario. Problema sanguíneo de comunicación. Falta de compostura ventricular. Que este grito no es aullido.

Hay amigos que son arterias, amigos que se tapan. Trombosis isquémica. Hay personas que son infartos y tienen brazos y piernas y cuello. Anatomía de un delirio. [qué dolor, qué muerte me produces.]


Luto y condolencia

Tengo una edad
en la que no perdono a nadie
mantengo la firmeza del llanto
como cueva de erizos

Me paro firme y digo:

           [el asesinato
                        es una amputación]

Te busco
            te nombro
me forjo el oficio
                         de trasquilar palabras.

Donde hay cercos y espinazos
                                           hay luto y condolencia

Desde la urna
el olvido es una especie fúnebre
               sin autopsia definida

Donde hay vértebra
                              hay abandono

Donde hay padre
                          hay hijo vivo

Entre tus células
                         y las mías
hay sólo sombra
una fractura de cráneo
            un e-mail sin contestar
                         un apellido desgastado
                                       y un minuto de silencio.

Cuestión de tránsito

Debemos silenciar la casa, dar paso a que la calle nos abunde, que se llene de prostitutas y vagones de metro, orinar en paredes y mendigar olvidos. Debemos parpadear ante el absurdo de ver semáforos en nuestro baño y que la cama se convierta en una plaza de pueblo. Ser el recuerdo de una privacidad dañada, acostumbrarnos al tráfico, a los accidentes, a la pereza, a la ciudad, a lo que no nos gusta y nos abunda, al basurero lleno de petróleo y de país, a lo que somos por pertenecer a nuestra junta de condominio.

Silenciemos la casa y dejemos que la desidia se estacione en su lugar.




Oriette D' Angelo. Estudió Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Actualmente estudia un master en Digital Communications en DePaul University Chicago. Compiladora de la antología de poesía venezolana Amanecimos sobre la palabra (Caracas; Team Poetero Ediciones, 2017). Obtuvo el segundo lugar en el I Concurso de Crónicas de la Fundación Seguros Caracas, en el año 2015; y el tercer lugar en el Concurso Iberoamericano de Poesía “Letras de Libertad” de Un Mundo Sin Mordaza, en el año 2016. Editora de #PoetasVenezolanas en las redes sociales.
Sus redes: Facebook: Oriette D`Angelo / Twitter: @oriettedangelo / Instagram: @oriettedangelo / Páginas web:  www.oriettedangelo.com / digopalabratxt.com


Editorial Senzala Colectivo Editorial Año: 2014 Conocimos a Yanuva León hace casi diez años, en la Feria del Libro de Venezuela cua...

Yanuva León: COMO DECIR CÁNTARO


Editorial Senzala Colectivo Editorial
Año: 2014

Conocimos a Yanuva León hace casi diez años, en la Feria del Libro de Venezuela cuando se presentaba el libro “Amanecieron de bala, panorama de joven la poesía venezolana” (Fundación Editorial El Perro y La Rana, 2007). Siempre con su rostro redondo, sus característicos piercings y reflejos rojos o rosados en su cabello, rojos como de sangre, como de sueños, como de una niña que no deja de jugar.
Yanuva es poeta, narradora y editora. Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Durante varios años se ha desempeñado como coordinadora editorial de la Fundación Editorial El perro y la rana, especialmente de obras de los diversos géneros literarios e infantiles. Sus textos aparecen en diversas publicaciones del país, y actualmente colabora con diversas revistas y páginas web como 15 y último (http://www.15yultimo.com) y La Cultura Nuestra (http://www.laculturanuestra.com).
En 2007 fue merecedora del primer lugar del Festival Literario Ucevista, mención poesía, y del tercer lugar en el mismo concurso, mención narrativa. En 2008 fue invitada a la Feria Internacional del Libro de República Dominicana, como poeta, en representación de Venezuela.
Algunos de sus poemas han sido incluidos en antologías como: “Son seis” (Editorial La Espada Rota, 2002); “Amanecieron de bala, panorama de la joven poesía venezolana” (Fundación Editorial El perro y la rana, 2007); “Tierra común, antología de poetas colombianos y venezolanos” (Editorial La Mancha, 2009); “70 poetas en solidaridad con Irak y el Líbano” (Ministerio del Poder Popular para Comunicación e información, 2009); “Transfronterizas, 38 poetas latinoamericanas” (Universidad Nacional de México, 2016); y otras.
Junto a Katherine Castrillo es autora del libro de dramaturgia infantil “Las ridículas aventuras de Lord MacArrón y Lord Van Idoso”, el cual se encuentra inédito; y con Dannybal Reyes, del libro infantil “Niza y el misterio de la luz”, también inédito.

“Como decir cántaro” es su primer libro, publicado en el año 2014 por la Fundación Senzala Colectivo Editorial, dirigido por dos jóvenes pero experimentados editores como lo son Juan Manuel Parada y Dannybal Reyes Umbría, quienes con el talentoso diseñador gráfico Aaron Mundo, hicieran este libro lleno de detalles que seducen a la vista.
El poemario está dividido en tres partes: Decir memoria, decir cuerpo y decir palabra. Todos conjugados de una manera extraordinaria por su autora. Los poemas contenidos en este libro comprenden un recorrido por recuerdos, definiciones y afectos, aquellos que nos remontan al pasado para definirnos al lado de quienes queremos y nos acompañan en presencia y en ausencia.
Una niña que come piña nos abre las puertas de este libro para invitarnos a la ingesta del dulce jugo: “como decir que ella yo / que he dejado de ser hace tantas piñas y tantas manos”. Como decir que soy eso que he sido, recuerdo que bien llena los sentidos del lector a lo largo del libro con sabores, aromas e imágenes que se recrean en la vida de cada uno.
Asimismo cuando “una mujer no debe ser un calabacín” sino “nacer de sí misma serpiente contra el fantoche”, la referencia inmediata que nos viene a la mente es nuestra conocida poeta Lydda Franco Farías y sus “Poemas circunstanciales”, por ejemplo, una mujer que se nombra de maíz y yuca, madre, abuela, hermana, que se nombra cuando una a una va dejando caer sus capas en el poema “Cebollamente”, un ser que se abre ante la vida, que llora y hace llorar, en el recóndito pensamiento y sentimiento del recuerdo.

Piñas y manos

                                     A Yanuva niña

Ella sentada comiendo piña
los zapatos cortos de muñeca grande
el vestido rojo que apenas cubre el nacimiento de sus piernas
comiendo piña que una mano le alcanza
una mano como decir del recuerdo
como decir todas las manos en cinco dedos
como decir todos los relojes en ese ofrecer de piña
como decir la piña de todos
como decir que ella yo
que he dejado de ser hace tantas piñas y tantas manos
ella sentada ahora
los zapatos largos de mujer pequeña
el  vestido blanco que la cubre toda
sin comer la piña que una mano le niega
una mano como decir del olvido
una mano ya sin dedos
que hace tapa sobre su boca.


Chocolate con queso para mi nieta


Quiero soñar que soy mi abuelo
mi pie izquierdo podría ser arrecife hinchado de colmillos
oloriento a sal amontonada
el derecho no interesa

entonces yo mi abuelo
cuando enamoró a mi abuela
cuando era corazón de yuca palabramente campo
un colombiano de atol huyendo del hambre
un colombiano de plátano sin Colombia
un colombiano de frijol sin madre
una Colombia sin atol, sin plátano, ni frijol.
Quiero soñar que siendo mi abuelo
tengo manos de albañil
dos canteras hirviendo de pura herida
dos cavernas contra el aguacero
que soy oreja de perro bravo
domador de orquídeas
que me defiendo a machete
mientras doy a mi nieta chocolate con queso

para ser mi abuelo
primero he de soñarlo
porque el soplo en el dormido van naciendo aparatos
y si uno sueña camino y quiere camino junta ganas
con otros despiertos que también lo hayan soñado
que también lo quieran

ayer miré un árbol resistiendo la autopista
era un hombre que llegó de lejos
de Colombia digamos.


Nunca un calabacín

Una mujer no debe ser un calabacín
no debe dejar que gire el mundo detrás de la ventana
mirar de su lado el vidrio
querer asomarse
y solamente querer
no debe ser un calabacín sobre la mesa
mientras afuera oye el estrépito
de una cosa que sucede

una mujer debe ser una mujer
tumbar la puerta y perderse en el tumulto
abrir la boca
nacer de sí misma serpiente contra el fantoche
nacer montaña o precipicio
poema o grosería
pero no debe ser nunca
un calabacín sobre la mesa.


Mariposa de maíz y yuca


Quién pintó esta mariposa negra
entre mis muslos
que gira y abre un espiral de vértigos
que cierra las alas como para dormir
pero no descansa
esta mariposa de maíz y yuca
que huele a mazamorra fermentada
a dulzor rancio de tierra encendida
a pétalo viejo y machacado

esta mariposa oscura
que llegó de lejos mojada para siempre
noctámbula heredera de los montes
que como broche me obtura y me descubre
esta mariposa de licor originario
para ser bebida en libertad
bajo la inmensa luna al revés
de espaldas
sobre la llanura
a espasmos de cunaguaro.


Cebollamente


Era una cebolla más bien larga
enorme gota lunar sobre el mesón
tuve que mirarla
sentarme y mirar la belleza de una cebolla
la luz contra sus capas
la sombra como llorándole debajo
como llora la señora cuando pica otras cebollas
como lloran las gentes que no tienen cebollas para picar
como casi lloro yo de ver esta lágrima gigante
abandonada en mi mesón.
Imagine cuánta belleza en una cebolla que logra ser bella
no es una rosa de explícita armonía
en un perfumado jardín de aburridas rosas
es el desparpajo de un ojo que no quiere mirar
un ojo blanco solo
sobre este mesón que es el universo
sobre este mesón que es un mesón.
Recordé a Neruda
me di vuelta avergonzada.
¿Mientras contemplo atontada una cebolla
quién lucha por mí allá afuera?

(Fuentes consultadas: Revista Primera Página -https://primerapaginarevista.com/2017/03/31/poesia-venezolana-femenina-yanuva-leon-guzman/)

En el torbellino y la escafandra En el torbellino y la escafandra vamos solos, padre en nuestras cabezas los pájaros nunca dejarán...

EN EL TORBELLINO Y LA ESCAFANDRA y otros poemas de Liwin Acosta

En el torbellino y la escafandra


En el torbellino y la escafandra vamos solos, padre
en nuestras cabezas los pájaros nunca dejarán de cantar
por eso nuestros párpados pesan tanto y el insomnio

dentro de nosotros nada duerme padre mío
de revoloteo en revoloteo andan nuestros cuerpos agitados

a los recuerdos hay que reventarlos
como frutas podridas contra la pared

implosión de estrella distante y te abrazo

en el torbellino
ascender al templo donde nunca jugamos juntos
será el principio de todo sacrificio
ascender pero con la animalidad intacta, padre

no olvides nunca los llamados de la bestia
recuerda que con la claridad recuperada
volaremos en parapente padre mío,
seremos libres
y nos abrazaremos en el cielo

para ir aboliendo tus miedos uno por uno
haremos del pasado un sicario asesinado por traidor
borraremos lo oscuro de nuestra memoria

en la escafandra
descenderemos en el fondo de las horas
para que juegues
con mis gigantes a las 3 de la mañana

No te distraigas padre
mantén los ojos fijos como un búho
enséñame el lugar de tu sonrisa
yo no sé como alegrarte

en el torbellino
somos centinelas de las nubes, padre

en el torbellino y la escafandra
tu inmovilidad es un estar doblemente en el mundo

un ángel tierno en una balsa perdida en alta mar
un duende descansando en un claro del bosque

no habrá cárceles para tus brazos tiesos, te dijeron
la escafandra no es una camisa de fuerza, papá
no te confundas
es un disfraz que te pones para jugar conmigo
en los rincones oscuros de la casa

te escondes
mientras yo te busco con mis ojeras enteritas
me enseñas a manejar bicicleta
en medianoche
pero yo me caigo mucho

“la sangre en tus arterias
domínala
no dejes que se desboque”
me aconsejas

“encomendaos iremos juntos a orar
a San Judas Tadeo y a la Rosa Mística
recuerda que  esa es tu verdadera herencia”
me susurras

seamos uno en la escafandra padre
veamos juntos el torbellino

destrocemos esta voluntad de arena que nos agobia
destruyamos esta voluntad de ceniza que nos envejece
yo me encargo de romper las cadenas
tú busca el mar
para derramarlo sobre nuestras cabezas llenas de pájaros

acompáñame en estos senderos que apenas se abren, papá
ven conmigo a encontrar ese sueño postergado
que nos ha negado la próxima sonrisa

en el torbellino y la escafandra
ya no iremos solos papá
iremos juntos a buscar a Nadia
le darás ese beso adolescente que siempre quisiste darle
y así por fin podrás dormir tranquilo.



Mi cuerpo en el río


Manos mojadas
Por el agua clarita que trae la corriente
Y los mosquitos se oponen
Son mi academia
Los felices me piden que sea feliz
Los libres que sea libre
¿Y cómo serlo?
Si mi padre no duerme
A mi madre se le hinchan los pies
Y a mi hermana se le está yendo la alegría de a poquito
¿Y cómo serlo?
Si me despierto con la única ambición de vivir la aventura
De salvarlos a todos ellos de este mundo podrido que los consume
De darles todo lo que no he podido por ingenuo.

Manos mojadas
Cuerpo temblando
El agua del rio es a veces más fría que la de la ducha
Pero uno termina aclimatándose a todo
Sea feliz declara la cartilla autoayudosa de los amigos
Sea libre reza la oración de los infames
¿Y cómo serlo?
Si soy como un niño torpe que camina sobre el rio  y  se cae
Si la melancolía es condición terrible
De los que nacimos bajo el signo de creernos dueños de la ternura.

Manos mojadas
Y mi cuaderno a punto de ahogarse
De ser arrastrado por la corriente
Y borrado por la lluvia que no cae
Pero cómo amenaza
Sea feliz y buen ciudadano
Hombre correcto
Amante de los animales
¿Y cómo serlo?
Si dormir es la forma más vil que tengo de traicionar a mi padre
La culpa como oración antes de acostarme.

Somos agua de río
Y mis manos mojadas
Y mi cuerpo temblando
Anuncian una resignación
Con la que abriré caminos jamás antes descubiertos.

Que nadie se arrepienta en este valle de estambre
Que nadie se arrepienta en nuestros cielos ardidos
Que nadie se arrepienta de esta jauría de mosquitos
Que luchan con mis ojos sin tregua para que no escriba
Que nadie se arrepienta
Padre mío
Madre mía
Hermana mía
Que nunca nadie los obligue a arrepentirse de sus risas o sus sonrisas.

Quise haber nacido superhéroe
Pero las manos me tiemblan
Mi cuerpo tiembla en el río
Y yo todavía no doy con el lugar
Donde me escondieron la capa.

A Igor, Sonia y Teresa, mi familia.



Xochimilco


Hay palabras que nos gustan tanto
como la palabra XOCHIMILCO
lugares a los que uno tiene que ir
antes de perderse en el desierto de las horas como XOCHIMILCO
lagos en los que uno debe ahogar todo temblor
y salir volando como el viento tenue y desalmado que hay en XOCHIMILCO.

Mirar con los ojos detenidos y ausentes
ser uno en el cosmos y nada con el universo
mirar el follaje sin premura
deletrear los surcos de sus hojas
leer a la naturaleza en su mensaje más puro
acunar nuestro cuerpo en el rocío para lavarnos la intemperie
bailar solo en el rio
 junto al viento con las hojas caídas que se elevan a tu alrededor.

Adolescente que sabe guardarle secretos a los muertos
soy
adolescente que tiene las manos callosas de tanto jugar con su estrella
soy
cachorro agresivo y peleador
adolescente deslizado en supernovas
seré.

Hay misterios más atractivos que cualquier mujer
enigmas que seducen hasta el más de los escépticos de nuestros huesos
como los que se esconden en el fondo de las aguas en XOCHIMILCO.

Hay recuerdos que no nos pertenecen
como ese primer beso que me di con mi mexicanita querida
en el campanario de la catedral de XOCHIMILCO.

Dejar que el sol lo tueste todo
calcine los restos de tu tempestad más dulce
dejar que el sol te queme el rostro
mudes de piel
y al día siguiente seas otro con el cosmos y el universo.

La verdad es un grito que no escuchamos de tanto ruido dentro.
La verdad es un grito que solo escucharemos si nos antecedemos al silencio en la caída.

Hay frases enteras que se convierten en mantras
y nos ayudan a dormir como
“Una tarde de verano pescando ajolotes en XOCHIMILCO”.

Hay titulares que quisiéramos que quisiéramos que hablaran sobre nosotros
“Adolescente perdido en Alaska que busca el camino a XOCHIMILCO
Sin dinero y completamente solo para ir a pescar ajolotes”

Adolescente que no espera
Que el agua le hable
Que el viento le hable
Que el follaje le hable
Porque él se sabe uno en el cosmos y nada con el universo
Y porque en XOCHIMILCO
Todos los ajolotes son mudos.

(Poemas pertenecientes al libro inédito "Quise haber nacido superhéroe").


Liwin Acosta (Venezuela, 1990). Escribe poemas, cuentos y guiones de cine. Es Licenciado en Educación mención Lengua, Literatura y Latín por la UNEFM (Coro) y actualmente estudia cine en la Escuela de Medios Audiovisuales (EMA) de la ULA (Mérida). Fue miembro de la Cátedra Libre de Literatura “Agustín García” y del grupo de intervención cultural “Febrero”. Textos suyos han sido publicados en diferentes portales de internet, entre los que se encuentran Resonancias, Letralia, Experimental Lunch, Poetas del Siglo XXI y Digo.Palabra.txt. Ha dirigido varios cortometrajes de los cuales escogimos este para ustedes: https://www.youtube.com/watch?v=TSXemWcZlpM. Pero pueden encontrar más en internet.


Rodolft Corbaia sintió ligada su vida, desde temprana edad, a un propósito absorben te: la literatura. En verdad él también pudo habe...

LA MÁSCARA DE MI VIDA. Cuento de Sael Ibáñez


Rodolft Corbaia sintió ligada su vida, desde temprana edad, a un propósito absorben te: la literatura. En verdad él también pudo haber dicho que nació con destino literario, pero una empecinada modestia que lo acompañaría mientras viviera lo desvió siempre del hecho de aplicarse a sí mismo loables generalizaciones procreadas por altas mentes literarias o de una casuística que dibujara un destino capaz de ampliar, de manera vertiginosa y luminosa, su exacta condición de hombre sencillo, su convicción de saberse un hombre sencillo.


Por noble impotencia ante la poesía o por ser su única capacidad creadora eligió el campo más explícito de la narrativa. La poesía distinguía un orden animado por la concreción y la exactitud al que el escritor, después de intentar aproximarse a él y terminar desengañado, ya no aspiraba consumar como medio de expresión. Esta contrariedad ante la poesía se manifestaba solo por la incapacidad de escribir buenos poemas, pues en todo lo demás su amor por ella carecía de límites. En todo caso, su prosa nunca estaría ayuna de hálito poético. La escritura de cuentos y novelas alcanzó un notable desarrollo con él. Llegó a ser un escritor abundante. Una vez que eligió el campo de la narrativa, una oscura preocupación trabajó a Rodolfo Corbaia: la inconformidad frente a su obra. Él pudo en tender que no se trataba de una suerte de impotencia ante el acto de escribir que lo invadiera y lo inutilizara, sino del angustiante propósito de identificar una forma para su literatura. Aspiraba identificar un sello original que justificara su escritura: era hijo de su siglo, cuando imperaba esa aspiración como algo fundamental. Tal legítima preocupación vino a velarla el comentario que hiciera un crítico en determinado momento, al escribir en un artículo periodístico «Rodolfo Corbaia es ante todo un sólido narrador». Ese sólido no le decía mucho, no satisfacía un definitivo deseo, en su interior, de ser amado por el dios Thoth. En todo caso, él propendió a pensar que si la búsqueda de una forma literaria personal que lo identificara y sus sentimientos estaban en desacuerdo, él optaría por seguir el dictado de sus sentimientos; esto debido a que llegó a imaginar que un sentimiento auténtico bien expresado es superior a lo impuesto por modas estilísticas. Aunque esta especie de proclamación nacida en lo más íntimo de su espíritu sería, como todo lo que aconteciera a su vida, la sombra de una convicción más que una convicción.
Enumerar el catálogo de su obra muestra a un hombre de escritura infatigable y descubre un ordenamiento teórico capaz de nivelar su pensamiento por épocas. Porque si bien en los temas elegidos para forjar su literatura siempre estuvo presente lo ficticio, no dejó de aprovechar materias históricas, sociológicas, antropológicas, sicológicas o la ficción pura. De igual modo exploró temas fantásticos y policiales. Como abundante fue su obra, también larga fue su existencia; la vida del escritor declinó a la exhausta edad de ochenta años. Aun cuando se comenta que su obra, a esa edad, era ya definitivamente impersonal; estaba absolutamente enmascarada.
El amor que sintió por la literatura fue omnímodo: tanto empeño lo decidió a rehuir el arte oficial en una primera época de manera sutil pero eficaz; esto le permitió realizar un trabajo equilibrado, literario, al tiempo que la crítica no lo descuidaba. Cuando cumplió treinta y cinco años era ya conocido y tomado en cuenta; lo satisfizo tal distinción. Algunos premios obtenidos en el momento preciso apoyaron a los críticos para justificar esa distinción. Fue por esa época cuando apareció un trabajo ensayístico sobre su obra; el libro oficiaba el nebuloso título La sombra y el sueño en Rodolfo Corbaia. La aparición de ese trabajo no obedecía a una casualidad; resumió la temprana atención crítica de otro hombre, Víctor Constante, por la labor literaria del escritor. En adelante, este hombre intensificaría su interés por él. Así como escribir ese libro llevó a Víctor Constante hasta las fuentes de una niñez tardía, preocupada en leer novelas de aventuras, del mismo modo perseguiría más tarde la evolución de su pensamiento durante una madurez adusta, pródiga en escritura. Como Constante ya no lo abandonaría más, Rodolfo Corbaia amplió el mundo de su soledad hacia él y tuvo, entonces de compañero a alguien que no solo llegó a entender y manipular con facilidad su obra sino también su vida. Sin duda, en algún momento debió de unirlos la amistad  y la confianza de un trabajo en común. De este modo, con el tiempo la crítica formulada por el perseguidor llegaría a gozar de mayor interés, para los lectores de Rodolfo Corbaia, que cualquier otra.
Al escritor, guiado en todo momento por su pertinaz modestia, no lo perturbó el acercamiento de Constante. Aún más cuando resultó inobjetable reconocer que el crítico contribuyó a que el número de sus lectores creciera. Así, poco tiempo después de aparecer el libro de Constante y cuyo propósito era ordenar la trayectoria del escritor hasta ese momento, además de procurarle un mayor renombre, este fue distinguido con el Premio Municipal de Literatura: quizá de ello derivó la confianza que lo animó a salir definitivamente de su apartamiento voluntario. Su nombre avanzó entonces hasta el arte oficial pero sin estruendo; en esa avanzada, es indudable admitirlo, jugó papel táctico Víctor Constante, el hombre que logró rodear de un mayor interés al escritor y sus libros. En su trabajo crítico, él definió la obra de Rodolfo Corbaia representativa del momento actual que viviera el país. Ya que según la interpretación de Constante, el país resumía su estructura en una suerte de sombra y sueño, estructura vista tan a tiempo por el escritor.
Sin ánimo de poner en duda el valor intelectual del crítico, Rodolfo Corbaia no pudo evitar pensar para sus adentros, mientras leía el libro de Constante, hasta qué punto él compartía su enfoque analítico, toda esa vislumbre de sombra y sueño, esa bruma teórica con que él arropaba su obra. Ciertas observaciones hechas por el crítico visiblemente desviaban los propósitos perseguidos por el escritor. En un principio él propendió a la confusión; no podía ignorar que Constante, en algunas ocasiones, velaba su vida sencilla, equilibrada, literal, y la mostraba como animada por una naturaleza apasionada, insurgente, literaria. Había un empeño, en él, de vincular ostensiblemente su vida a las elaboraciones ficticias del escritor. Y él, Rodolfo Corbaia, bien que estaba dispuesto a renunciar a ser identificado con la actuación de sus personajes.
Aun cuando él aspiraba exponer en ¡os libros que escribía el verdadero rostro de la literatura, donde si bien no estarían ausentes asomos de su existencia, tampoco deseaba abrumar sus ficciones con ellos. Sin dejar de estar vigilante, confió en las interpretaciones hechas por el hombre que era ya su amigo. Las aceptó como válidas connotaciones que, de alguna manera, escapaban a su singular preocupación de escritor. Pensó, una vez más con humildad, que todo lector lleva dentro a un creador. Esto lo animó a concebir una sospecha tardía: era posible que Víctor Constante llegara a entrever ese equilibrio formal tan aspirado por él en su escritura y que nunca había llegado a concretar en su ánimo artístico. El vértigo lo aisló en ese pensamiento; fue una lastimadura para el escritor llegar a tan rendida conclusión. Pero se vio en la necesidad de aceptarla o rebelarse. Su conducta evidenció, entonces, un desdoblamiento necesario. Apoyado en aquella sospecha, parte de su vida y de su obra empezó a estar definida por el otro, el crítico. Este no dejaría de hilvanar sus propósitos a través de la literatura del paciente creador.
En horas de pesadumbre, Rodolfo Corbaia se preguntaba si había hecho lo correcto. Un día de clara angustia, sin embargo, casi se gritó a sí mismo ganado por la inseguridad: ¿por qué no hacerle caso, por qué no entregarse a la visión de otro que vislumbra lo que uno mismo no es capaz de ver en el propio ser?. Una sensación amarga cruzó por su garganta al reflexionar en que había utilizado, para forjar esa idea que podía ser válida en todo caso, una palabra abiertamente desagradable: entregarse. Era como si se preguntara que hasta cuándo iba a ser paciente, hasta dónde lo conduciría su estilo de vida. Tuvo coraje para imaginarse un creador: saboreó esta palabra, la paladeó a gusto y reconoció despertar en su espíritu antiguas asociaciones, encumbradas creencias, la idea de que él era muchos, no el alguien que era. Pero le faltó convicción para oponer esa contundente palabra, creador, a la sombra de la otra, la espuria entregarse y lograr que la aplastara con su proverbial carga de significación, pues la sensación de amargura acompañada de otra de frialdad, que recorría su columna vertebral, así se lo dio a entender. Debió admitir que se sentía confundido una vez más en este instante. Se atrevió a pensar que no hay nada tan débil y fuerte como un escritor; era un consuelo o una magia. En todo caso esta última sensación pobló su espíritu necesitado de algo regio que lo poblara.
Los libros de Rodolfo Corbaia, ahora, se acostumbraron a mostrar un prólogo extenso; prólogo que dilucidaba al lector el sentido y la estructura de ellos y que firmaba el crítico. Además Constante abundó en conferencias sobre la trayectoria del autor a quien él dedicaba toda su atención y estudio. Y por una suerte de ironía llegó el momento en que ya no se distinguía a quién prestaba el público mayor atención, al escritor o al crítico de su obra, pues cada conferencia o prólogo, cada trabajo publicado en periódicos o revistas, transmisiones radiales o televisivas, significaban algo así como una celebración del crítico tanto como del escritor analizado; aun cuando un observador de espíritu despierto, también hubiera reconocido una especie de descuido por el creador frente a la magia expositiva del otro. Víctor Constante debió de pescar esta sutil y caprichosa reacción ante íes oyentes directos de si opiniones sobre el autor. Y eso pudo satisfacerlo y confirmarlo en algún propósito maquinado. Pues a medida que el público reafirmaba ese oscuro propósito suyo, Constante propendió a una mayor vigilancia del escritor. Sabía que lo que estaba haciendo era costumbre hacerlo por muchos otros críticos pero ante escritores muertos: instaurarse como los voceros más apropiados y casi absolutos en la interpretación de las obras de esos autores. Solo él, al fin, lo realizaba ante un prestigioso escritor vivo; él, Víctor Constante.
Así transcurría la noble vida de Rodolfo Corbaia. No es casual que a los cincuenta años obtuviera el Premio Nacional de Literatura. La vigilancia y fuerza crítica que lo anulaba, al mismo tiempo lo ayudaba a adquirir méritos. Quizás debido a esa costumbre ya asumida por sus lectores, la de ver nublado su punto de vista frente al crítico o debido a otra extrañeza culpable, las circunstancias que rodearon la entrega del Premio Mayor a Rodolfo Corbaia confirmaron su dependencia del hombre que tendía a anularlo y encumbrarlo al mismo tiempo.
La tarde cuando Rodolfo Corbaia se dispusiera a recibir el Premio Nacional, mientras silbara una melodía añosa, serena y cálida, un hecho casual trajo la preocupación a s corazón. Tan siquiera una idea vinculada a casualidades reveladoras podría explicar esa momentánea angustia que aprisionó la mente del escritor. No fue otra la razón de que ese día, al cruzar la sala de su apartamento donde se encontraba un espejo de dimensiones medianas, al tratar de buscar en él una última verificación a su arreglo personal, se sintió suspendido y como con miedo de observa a cabalidad el reflejo indeciso de su rostro en el espejo. Impactado por aquel suceso, el escritor no pudo evitar darle explicación racional a esta enemiga sensación: en él se impuso la idea de que evitó verse en el espejo por temor reconocer la imagen de otro, no la propia. Fue inevitable que el escritor se descubriera especulando. Algo dentro d él sonrió, al pensar que para especular no hace falta más que un espejo. La prueba está a mano, se dijo, mientras su cara desglosaba una sonrisa lastimosa y tímida. Aun cuan do ese inseguro humor se distendió sobre la geografía de su espíritu, evitó mirarse en el espejo de nuevo.
Hemos dicho que obtuvo el Premio Nacional a la edad de cincuenta años. Lo mereció con una novela que tituló La máscara de mi vida.
A la entrega del premio fueron invitados varios críticos para hablar de la obra del escritor. Estaría Constante, obviamente, como máximo expositor. Él se encargaría d corroborar el justo equilibrio que existía entre la vida del autor y sus libros, tema elegido por él a la hora de exhaltar al autor premiado.
Además de Rodolfo Corbaia y los apologistas de su obra, sentados frente a una amplia mesa, había en la sala, donde se entregaba el premio, una concurrencia numerosa, de hombres y mujeres, todos ellos ligados a movimientos artísticos y literarios; creadores y críticos, y diferentes personas vinculadas al mundo cultural. El acto prosperó en justificaciones lógicas, motivadas por el carácter supremo del premio, hasta que la concurrencia tuvo la oportunidad de oír a la persona más indicada para hablar del creador. Entonces el crítico aplicó al autor de La máscara de mi vida lo significativo del galardón recibido y sus palabras vaporosas exaltaron el mérito alcanzado por Rodolfo Corbaia después de largos años dedicados al trabajo literario. Luego analizó, profundamente, el carácter singular, equidistante entre obra y vida del escritor; fue en este momento cuando sus palabras desviaron toda oposición y alcanzaron distender una apología sin límites. La concurrencia asimiló su entusiasmo y reconoció el valor de aquel hombre abnegado, que exponía de manera tan viva y certera la preocupación literaria de otro hombre, quien en ese momento padecía aturdido por tantas referencias desprendidas de su obra, referencias que él nunca tuvo el propósito de corporeizar en su universo literario. Sin embargo, el crítico las había visto y expuesto con nitidez clásica. Rodolfo Corbaia, abrumado, intentó, durante unos breves instantes cuando Víctor Constante hiciera una pausa para renovar su ánimo discursivo, asomar una observación con el propósito de aclarar ciertos puntos relativos a su obra, sobre todo a su novela galardonada La máscara de mi vida. No pretendía, claro está, desmentir la interpretación impulsiva y celebratoria del crítico pero sí suavizarla. El resultado fue una fría indiferencia por parte de la concurrencia y una mirada condenatoria por parte del crítico. Después de esa interrupción infeliz, asaz desgraciada para el escritor, Constante prosiguió, animado por la confianza con que el público lo apoyó: indudablemente este se había acostumbrado más a él que al creador. Ahora solo importaba lo que el crítico pudiera decir de Rodolfo Corbaia; su voz, reflejada en sus libros, hacía ya tiempo había perdido identidad.
Como es lógico imaginar, el acto finalizó con una ovación brindada tanto al crítico como al hombre que le había servido para lograr notoriedad frente a sus lectores.
Aun cuando nadie lo afirma con certeza, algunas personas supusieron oír el siguiente diálogo entre el escritor y el crítico, una vez que los dos abandonaran juntos el salón donde había sido entregado el Premio Nacional de Literatura de ese año.
—Todo hombre está hecho de límites; quizás usted, señor Constante, esté hecho de límites menos limitantes que los míos —dejó caer el escritor. Rodolfo Corbaia en tendió a cabalidad lo que Constante dijera a su vez:
—Cada hombre alimenta a un perseguidor dentro de sí. Hay quienes tienden a rechazarlo. Usted, señor Corbaia, podría contarse entre los que no aspiran materializar ese repudio.
—Por mi modestia.
—O por la insistencia del perseguidor.
—Su apellido es Constante.
—No sea literal, por favor —asomó el crítico con cautela maliciosa, según delataba una excesiva brillantez en su mirada.
— ¿Me odia usted?
—Odiar es un sentimiento muy majestuoso, si a ver vamos.
—Ya lo sé, me desprecia.

(Tomado del libro: “Así en la vida como en los libros”. Bid&Co Editor, 2012.)

Sael Ibáñez se graduó en la Universidad Central de Venezuela; hizo postgrado en Ciencias de la Información (Universidad Simón Bolívar), y realizó estudios en España e Inglaterra; ha sido director de la Biblioteca Nacional de Venezuela, Monte Ávila Editores y de la Revista Nacional de Cultura. Hace ya varios años encabeza la peña literaria Sinenomine; en 1996 obtuvo el Premio Municipal de Literatura. De acuerdo a su propio testimonio, todos etos méritos y ocupaciones siempre han sido secundarios frente a su preocupación fundamental: el oficio de escritor. Ibáñez ha publicado narrativa (novela y cuentos), poesía y ensayo.