Por Jenifeer Gugliotta Guedez En estos días de estragos, hasta en los pueblitos más recónditos se vive en aceleración. El caos, no...

Oriette D`Angelo: Subrayo un título como subrayo un país



Por Jenifeer Gugliotta Guedez


En estos días de estragos, hasta en los pueblitos más recónditos se vive en aceleración. El caos, no sólo el propio si no el mundial, se han acentuado con el devenir de los días y se han acercado a nuestras instancias más sublimes e íntimas. El alma, la lectura, nuestra comunicación con el mundo, la escritura y ese almácigo de palabras terminan por verse afectadas, o más bien aludidas por una realidad que no se circunda en la periferia.
Entonces leemos en nosotros a un país que si bien es rico en paisaje y habitantes, se ha convertido en casi un tumulto de palabras, políticamente incubadas que van desgarrando valores. Cardiopatías, me dice. Y yo le creo, tanto como muchos otros que nos hemos acercado, siempre sigilosos al encuentro con su palabra. Porque sabemos que no es sólo leer grafías en un papel o una pantalla, es leer un alma, trastocada por una realidad lacerante, y que, queramos o no, nos recrudece.
Oriette D`Angelo vino a mí, cuando yo llegué a ella a través de la poesía. Y me invitó a participar en su proyecto digopalabratxt.com (el cual invito a visitar). Entonces supe de ella, una caraqueña nacida en el año 1990, quien en el año 2014 obtuvo el Premio de Autores Inéditos de Monte Ávila Editores. Un reconocimiento a su atinada lucidez al escribir, a su decir constante: poéticamente sincero.
Cardiopatías resulta ser una carrera contra el tiempo, poemas con aceleración constante, en donde ni se pierde, ni se gana. Es un decir de palabras acertadas, asociadas siempre al cuerpo, a los huesos, al fémur fracturado, un país-humano que se aleja adolorido por la ultranza, es todo un poema destruido, mancillado por una ciudad (Caracas siempre, su ciudad, que ahora puede ser todas, Venezuela) arrebatada por el desprecio. “Me silenciaste los tejidos/ y cerraste toda posibilidad de diálogo/ forzando mi mudanza…”
Cada palabra es un dardo lanzado al infinito, sin objetivo aparente, dice: “¿Qué somos aparte de la cédula?” Y comienzas a pensar en los más de veinte millones de venezolanos, que emigran en un mismo país: de harina a yuca, de una pastilla a una mata sagrada, de omnívoro a vegano, de católico a evangélico, de casado a soltero, de 95 kilos a 54, de izquierda a derecha y viceversa. Sin darnos cuenta que una molotov puede caerle a cualquiera, como un asalto en cualquier esquina. “Donde hay cercos y espinazos/ hay luto y condolencia/ Desde la urna/ el olvido es una especie fúnebre/ sin autopsia definida…”
Junto a Oriette, subrayo un título como subrayo un país…
Selección de textos de su libro Cardiopatías:


Cardiopatías
Monte Ávila Editores Latinoamérica C.A, 2016
Depósito legal: lf50020168001759
ISBN:978-980-01-2029-3 

Subrayo un título como subrayo un país

Nos hemos convertido en una pantalla. Adormecidos ante el estruendo de las piernas. [cobija hueca con noticias de otro mundo.] El muerto que no nos pertenece y el mandatario obsoleto acusado de corrupción. El programa en otro idioma y la antena infaltable en cada ventana, en cada hogar. Nos dicen que aquí vale más el derecho a la alimentación que el derecho a la vida. Y morimos, pero comemos. En mi pecho se devoran paraísos, playas, Los Roques, Mercal, La Tortuga. Subrayo un título como subrayo un país. El tiempo cambia y nos inventamos las estaciones. Nuestro invierno es una lluviecita y el verano es El Guri seco. Nos atropella una moto y seguimos. Tengo una patria de enjambres. ¿Quién nos enseñará a salir de la pantalla? Quiéreme y sácame de aquí, dijo Manolo García, pero nunca lo escuchaste.

Anatomía de un infarto

Poco a poco se te congelarán las piernas. Sentirás que un gato te maúlla fuerte en el oído. Necrosis corporal. Que ya no me llevaste sangre. Que ya me tapaste las arterias. Que ya basta del maltrato que me irriga el cuerpo. Que ya no sabes pronunciar un nombre. Que te tocas el pecho y el tacto duele menos cuando es propio. Que el aire también infarta. Que esto no es grito ni resistencia. Desgaste coronario. Problema sanguíneo de comunicación. Falta de compostura ventricular. Que este grito no es aullido.

Hay amigos que son arterias, amigos que se tapan. Trombosis isquémica. Hay personas que son infartos y tienen brazos y piernas y cuello. Anatomía de un delirio. [qué dolor, qué muerte me produces.]


Luto y condolencia

Tengo una edad
en la que no perdono a nadie
mantengo la firmeza del llanto
como cueva de erizos

Me paro firme y digo:

           [el asesinato
                        es una amputación]

Te busco
            te nombro
me forjo el oficio
                         de trasquilar palabras.

Donde hay cercos y espinazos
                                           hay luto y condolencia

Desde la urna
el olvido es una especie fúnebre
               sin autopsia definida

Donde hay vértebra
                              hay abandono

Donde hay padre
                          hay hijo vivo

Entre tus células
                         y las mías
hay sólo sombra
una fractura de cráneo
            un e-mail sin contestar
                         un apellido desgastado
                                       y un minuto de silencio.

Cuestión de tránsito

Debemos silenciar la casa, dar paso a que la calle nos abunde, que se llene de prostitutas y vagones de metro, orinar en paredes y mendigar olvidos. Debemos parpadear ante el absurdo de ver semáforos en nuestro baño y que la cama se convierta en una plaza de pueblo. Ser el recuerdo de una privacidad dañada, acostumbrarnos al tráfico, a los accidentes, a la pereza, a la ciudad, a lo que no nos gusta y nos abunda, al basurero lleno de petróleo y de país, a lo que somos por pertenecer a nuestra junta de condominio.

Silenciemos la casa y dejemos que la desidia se estacione en su lugar.




Oriette D' Angelo. Estudió Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Actualmente estudia un master en Digital Communications en DePaul University Chicago. Compiladora de la antología de poesía venezolana Amanecimos sobre la palabra (Caracas; Team Poetero Ediciones, 2017). Obtuvo el segundo lugar en el I Concurso de Crónicas de la Fundación Seguros Caracas, en el año 2015; y el tercer lugar en el Concurso Iberoamericano de Poesía “Letras de Libertad” de Un Mundo Sin Mordaza, en el año 2016. Editora de #PoetasVenezolanas en las redes sociales.
Sus redes: Facebook: Oriette D`Angelo / Twitter: @oriettedangelo / Instagram: @oriettedangelo / Páginas web:  www.oriettedangelo.com / digopalabratxt.com