Nació en El Hato el 31 de marzo del año 1940.
Fue licenciado en Historia por la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de los Andes (1973); Magister en Historia de por Colegio de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (1984). Perteneciente al Frente Guerrillero "José Leonardo Chirino" en las montañas del Bachiller hasta el año 1968, cuando se produce la desmovilización del frente, Diputado al Consejo Legislativo del Estado Falcón en el año 2000 y Diputado a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en el período 2005-2010. Miembro de la Revista Literaria "Talud" en Mérida. Su obra literaria ha sido publicada en diversos diarios y revistas nacionales y extrangeros. Publicó "Relatos en cualquier tiempo" (Consejo de Publicaciones de la Universidad de los Andes. Mérida, 1993), "Canto a Edith Piaf" (Ediciones del Vicerrectorado Académico de la Universidad de los Andes. Mérida, 1996.), "Proa al norte" (2004), "Caravanero. (Ediciones Libros Blancos, Fondo Editorial del Estado Falcón – INCUDEF. 2006) y "Canto al amanecer" (Fábula Ediciones 2012).
De “CANTO A EDITH PIAF (Selección)”
III
Entonces
Edith
Uno te escribe
En tiempos de ciclones
Destrozando la costa
Uno ve las bombas
Caer sobre Bagdad
Parecen los fuegos en
La Plaza Tienamen
A los mexicanos quemando
La pólvora en sus grandes fiestas
Como no voy a estar tan triste
¿Edith?
Si las bombas están cayendo
Sobre Bagdad
Y los cohetes
Sobre Jerusalén
Y
Esta mañana
Quién sabe cuantos
Murieron en el Jordán
Y en las zonas
Ocupadas
V
Edith
Uno mira ese lago
Y vienen los recuerdos
De los viajes
De la isla de Providencia
O la isla de los mochos
Porque
Parece ser
Que todos los hombres
De mi pueblo
Allá por los 30 o por los 40
De este siglo
A ella fueron a parar
Buscando empleo
Uno sabía de San Lázaro
Y de los bagres
Mira
Que se contaban cosas tristes
Y alegres
Y de los viajes que a mi
Me parecían tan largos y distantes
Porque entonces no conocía a Marco Polo
Ni a Sandokán
Y mucho menos
Conocía a los cronistas
Uno miraba al lago
Y
VI
Aparecían torres y más torres
Y más torres
Y unos tipos raros y colorados
Musiúos los llamaban
Y
Uno veía las piraguas
Y en las noches
Un relámpago enorme
Lo abarcaba
Todo
Por eso
Pequeña Edith
Uno te escribe
Y
Trae los recuerdos
De piratas pescadores
Y bandoleros
VIII
Dame tu vino pequeña Edith
Ando sediento
Ando rodando en estas tabernas
De botiquín en botiquín
Así se llaman en mi tierra
Oye el grito de los argelinos golpeados en el Metro
Dame el dolor de tus mujeres caminando en la noche
Nada absolutamente nada me importa
Cómo extraño mi tierra lejana
Dame los aires de Paraguaná
Quién estuvieras en sus playas quién estuviera
IX
Dame pequeña Edith
Los cantos de los Dioses
Caminemos buscando los sueños
Búscote pequeña en la mañana
Déjame escribirte
En estos tiempos de incendios
Y de sol incandescente
Dame tu amor pequeña Edith
Para vivir
En este mundo de negros nubarrones
X
Pequeña Edith
Sigo buscando la paz con ansiedad
Mira cómo muere la gente
Sin embargo, la tormenta y la guerra se desatan
Mira cómo mueren los niños
Mira cómo mueren los niños
Pequeña Edith mira cómo mueren los niños
Cuando un nuevo milenio está naciendo
XIII
Uno te canta Edith
Eres un símbolo
Entonces te seguiré cantando
Dame los aires de Francia
Tú Edith
No viste los ríos llaneros desbordados
Ni oíste un solo de arpa del indio Figueredo
Tú Edith eras
Ángel y demonio
Te encontré
En una noche de neblina y farra
Entonces qué más queda
Pequeña Edith qué más queda.
De “CARAVANERO (Selección)”
I
Vagué en la noche
Tigris arriba
y
miré el cosmos
La brisa del desierto
traía tu perfume
Regresé a la ciudad
A lo lejos se oía una música extraña
Caminé
y
muy cerca te encontré vagando
di gracias a los dioses
nos miramos
y
tus ojos parecían
carbones encendidos
III
Duras las noches
Babilonia parecía
un
hormiguero
se oían todas las lenguas conocidas
un caravanero habló
en
una lengua extraña
que
no entendí
La babilónica me dijo:
viene
de una tierra
más allá del océano
donde las serpientes devoran
a
los hombres
y
el sol quema las naves
ha traído unas semillas raras
él me dijo
que
los dioses
hicieron
los hombres
de maíz
Bebí
algo raro
que el hombre
venido
de más
allá
del océano
me
ofreció
amanecí tirado
en una
de tus calles
Babilonia
y
a mi lado encontré
un
pan extraño
el hombre cobrizo
me dijo
es nuestro pan
y
los dioses hicieron
el
hombre de maíz
VI
Caminamos varias noches seguidas
La caravana
se guió
por las estrellas
después de muchas noches
llegamos
a
un oasis.
Comimos dátiles
y
queso
de
cabra
entonces
me acordé
de
tus enormes
y
hermosos senos
mujer de Babilonia
VIII
Vengo de muy lejos me dijo el hombre cobrizo
Veo el futuro
Sobre esta tierra caerá
una lluvia de fuego
los niños y los guerreros morirán
Viviremos
en grandes hoyos en la tierra
y
los invasores encontrarán la muerte
sus cementerios
serán los trigales del Éufrates
y en tus riberas
se esparcirán los cuerpos
Hombres extraños
profanan nuestra tierra sagrada
y en nuestros campos
encontrarán la muerte
IX
Seguí conversando con el hombre cobrizo
Y me dijo
Vendrán repartiendo dolor y fuego
en sus pesados carros
esparcirán metralla y fuego
Nuestros guerreros
enfrentarán sus naves voladoras
Y en el desierto encontrarán la muerte