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Hacemos revista para reconocer y honrar al otro




Madriguera tiene más amigos que promoción. Esto me lo decía Angélica al cierre de esta edición cuando reflexionábamos sobre nuestro papel como revista de literatura venezolana. Lo decía porque construimos cada número a partir del diálogo con nuestros amigos y los amigos de nuestros amigos, sin publicidad ni grandes promociones.
Esta reflexión me hizo recordar la pregunta que hace unos días me hiciera Giordana García en una entrevista y la cual decidí convertir en el tema de un foro con otros editores de mi región: ¿Cómo habitar la literatura venezolana de hoy?
Le respondí a Giordana que desde esta casa estamos proponiendo un ejercicio de honra al país. Porque para nosotros habitar la literatura venezolana de hoy, pasa por tener la capacidad de levantar la mirada por encima de la hoja en blanco, y ver a los lados para reconocer todas las parcelas que existen, a quienes están ahí, lo que están haciendo, lo que se parece a nosotros, lo que es distinto, y poder honrar a cada quien por lo que hace y por lo que es.
No quiero decir con esto que sea posible hacernos amigos de todos los grupos o participar en todos los círculos, hablo de darle su lugar a cada cual, reconocer que existen y que dentro de sus formas de ser y hacer cultura tienen virtudes que también los distinguen.
Todo esto suena muy abstracto y algo sectario hasta aquí pero voy a tratar de aterrizarlo con la siguiente reseña: Cristina Müller es una joven ilustradora caraqueña que ha fundado una editorial de objetos llamada Utopía Portátil, la cual le sirve de excusa para dictar talleres de estampado y dibujo para niños desde edad preescolar. Ha publicado una serie de libros ilustrados como “Juano” (el iguano) y “El espanto”, con la famosa canción de Adelis Freites. Recientemente publicó un libro de Luis Enrique Belmonte titulado “40 Consejos para un perro callejero”, el cual me gustaría tener en el futuro. 
Poder reconocerla desde mi parcela coriana me permite habitar la literatura nacional y acercarme a los círculos que están más distantes del mío, círculos que no se tocan en la cotidianidad pero que reconozco que existen. 
Y es gracias a este ejercicio de honrar al país que decidimos convocar a un Premio Nacional de Crónica "Mangos". Nuestra primera convocatoria y está dedicada al mango: una fruta, un símbolo que representa la alegría que somos como pueblo, nuestro buen humor, nuestra simpatía, el dulzor y la memoria de nuestra infancia; características que constituyen lo que no dejaremos de ser. 
Premiaremos con lo que tenemos: con la publicación artesanal de los libros. Y construiremos una hermosa selección de crónicas escritas a una fruta que habla de la venezolanidad desde el hacer y el sentir de la gente. 
Sin más que añadir a esta bienvenida les invitamos a pasar adelante.

Por Ennio Tucci
Fotografía: José Gutiérrez