Uno de los escritores universalmente favoritos es el Sr. Jorge Luis Borges, un argentino de habla punzante y de mirada extraviada, al que se le debe una obra tan extensa como buena. En una conferencia sobre las mil y una noches Borges hablaba, de la forma en que el libro se había ido transformando y como diversos traductores agregaban a su volumen otras historias que, hoy por hoy son parte íntima del libro, como si siempre hubiesen pertenecido, pues todas ellas hacen del lector un ser ávido. Por continuar, así me paso con las historias de David Parra en La Coleccionista, un libro cuyas historias habrían dado aún más días de vida a una ya inmortal Sherezade.
La Coleccionista, es un libro de cuentos escrito por David Parra, publicado por la editorial Monte Ávila Editores por ser el ganador del Concurso de Autores Inéditos de 2014, perteneciente a la serie Las formas del fuego, impreso en el año 2016 con un tiraje no especificado, cuenta con 71 páginas en las que se cuentan 5 historias escritas con una narrativa dinámica en la que se ensaya un tono epistolar, íntimo u omnisciente.
El cuidado y limpieza de cada historia es fascinante, el primer texto titulado, Donde la tierra sangra, nos logra llevar a su realidad, nos invita a pensar en la posibilidad de lo que ahí se expone, un protagonista particular signado por el color de su piel y que nos dice “Estar maldito no es una condición, Adla, es una elección”, mostrándonos un poder superior a las condiciones que nos plantean la mera existencia y donde Parra nos mantiene atentos para que ninguna palabra se pierda en la bruma.
En la historia de Aza el Magnífico el tono no cambia, pero se nos presenta a modo de epístola singular y fantástica, la historia de un hombre siguiéndole los pasos a Aza el titiritero, quien ha estado en todos los tiempos y todos los territorios. He sentido que somos el sobrino del perseguidor y esperaré la siguiente carta, para leerla en la noches antes de dormir queriendo revivirla “cuando crea(s) que algo en este mundo es imposible”.
La siguiente historia es la de Gennaro Migliore: El hacedor de venenos. Una historia en la que los tiempos se nos van entremezclando entre los recuerdos del protagonista, permanecemos a la expectativa, casi amarrados y ansiosos por conocer el desenlace, que nos enseña que "el odio (...) puede hacer que un hombre mate a voluntad y que sea capaz de dañar a cualquiera por ambición, oro o venganza,” que “ese es el veneno definitivo”.
La cuarta historia me parece la más interesante y dinámica, presentándonos a una Artemisa, una Diosa de la caza, que obligada por la circunstancias va en búsqueda de otra cazadora y se sumerge en la tundra, nos sumergimos en su juego pensando como ella, cuando recuerda a su padre “ser cazador implica conocer completamente a los animales que persigues”, así nos topamos con un gigantesco giro argumental y que tiene un final épico y satisfactorio, en el que volteamos la cabeza a la tundra y nos preguntamos si iríamos por Circa, sí uno es un buen cazador, sí nos haríamos parte de la tundra.
Al final está una muchacha tan andina como nuestro autor, quien nos da a entender su propia juventud, su propia ingenuidad, el misticismo de lo oscuro y lo atrayente de una historia entre niños que exploran, que se hace confidencial, en el que apreciamos una vida cercana.
Así es como en el libro de cuentos de Parra nos hemos sentido como un antiguo rey en la Arabia perdida en el tiempo, las historias: fascinantes, intensas y maravillosas, nos llegan a mantener permanentemente a la expectativa, cautivados por la atención al detalle, por el efecto que transmiten y por lo inesperado o lo ansiado de sus finales.
Joan Manuel García(Venezuela, 1990) Ingeniero químico egresado de la UNEFM, escritor joven, miembro del consejo editorial del Sistema de Editoriales Regionales Falcón adscrito a la editorial el Perro y la Rana. Organizador y fundador de la Feria Falconiana del Libro (FEFAL), mantiene el blog personal joanmanuelgarcia.blogspot.com.