Mariajose Escobar nos introduce a una de las poetas más representativas de nuestra literatura, observando desde la palabra amena el valo...

Lydda Franco Farías: entre el grito y la ternura. Por Mariajose Escobar

Mariajose Escobar nos introduce a una de las poetas más representativas de nuestra literatura, observando desde la palabra amena el valor de Lydda Franco Farías.


Por Mariajose Escobar

Este libro llegó a mis manos gracias al poeta Antonio Trujillo, quien tuvo el bello gesto de regalármelo. La edición que tengo es de 1965, y es la primera. Fue publicada por Ediciones del Ateneo de Coro, en ocasión del Primer Premio en el Concurso Literario del Ateneo de Coro que ganó la autora. La diagramación y las ilustraciones, hechas a partir de fotos y dibujos, fueron realizadas por Mateo Manaure. El libro me fue obsequiado el domingo pasado, en horas de la tarde. Lo leí en la noche de ese mismo día, terminando a la media noche. 
Había leído anteriormente la Antología Poética de Lydda Franco Farías, realizada por Monte Ávila Editores (2004), además de haber leído selecciones de sus poemas en numerosos portales web. Sentí necesario hacer este mea culpa, porque me permite decir que me sorprendió en sus poemas la gran ternura expresada a través de su innegable fuerza expresiva. Quiero explicar esto mejor. Creo que uno de los poemas, o el poema más difundido de Lydda Franco Farías es aquel que dice: “me tocó ser mujer y no me quejo” (1965, p.15) en el que se respira el influjo del movimiento feminista, y que expresa, con mucha fuerza, su condición de mujer y su rechazo al patriarcado: “y tuve voz y grite / y tuve fronteras y no quise despertar sin ellas “ (1965, p.15) y más adelante estos versos finales: “ No, no podrán encarcelar mi impulso / ni vetarme el derecho de estar viva” (1965, p.15). Creo que por esa razón, y la que corresponde a los ideales que defendió férreamente durante su vida, Lydda ha sido leída sobre todo desde este punto de vista. 
Sin embargo, me parece que esta lectura, si bien es válida y valiosa, no agota las posibilidades interpretativas de una voz como la que leí con atención la noche del domingo en la sala de mi casa. Si bien el poemario empieza con versos como: “la mujer que soy, canta, / mi génesis es la escoria, la ceniza, los agrarios sudores fermentados” (Farías, 1965, p. 9) no puede dejarse de lado la lectura de un poema como el que comienza “la lluvia canta afuera su canción, / mi novio vegetal se está mojando / su verde corazón estará helado” (Farías, 1965, p.46). Quiero decir que si bien en Lydda, indudablemente, está la fuerza del grito, ante la injusticia a la que el patriarcado somete a las mujeres, también está la ternura, y el amor. La mirada calma que transforma al otro amado, al hombre, en un árbol: 

“a veces pienso
que eres árbol y yo tierra, árbol cuyas raíces
son dedos inquietantes que acarician,
árbol con hojas que suspiran
árbol de frutales besos
con temblor de lluvia contenida” (Farías, 1965, p.46)

Creo pues que los poemas de Lydda están en constante tensión entre un ser que grita y reclama, que busca la liberación, desde su feminidad de la que es consciente y hace explícita, y que reivindicará, tanto como la lucha en favor de los explotados: “¡Desde aquí el tiempo es obrero y la sonrisa fábrica!” (Farías, 1965, p.9) y una profunda ternura, la sencillez del canto que es amor y es observación de la naturaleza y es conmoverse por el paso del tiempo para el ser humano: 

“El hombre calla
es cierto que aprende a deletrear con sangre
como también es cierto
que una mañana roja amanecerá leyendo
sin titubeos
Entonces las apalabras no le serán del todo extrañas” (Farías, 1965, p.27)

La pregunta de Lydda “¿qué hacer para reconciliar el llanto y la sonrisa?” (Farías, 1965, p. 39) cala hondo por su sencillez, la limpieza con la que se pregunta algo que todos podemos haber vivenciado. 
En cuanto a lo formal, en este libro de Lydda el lenguaje está casi desprovisto de metáforas. No digo que no las utilice, pero las escoge muy bien. No sobrecarga el texto con imágenes rebuscadas: Lydda va a lo concreto, y cuando invita a la metáfora a sus textos, las elije con una delicadeza de filigrana. Otro rasgo resaltante es el uso de preguntas y exclamaciones, junto al uso –a veces abuso en este volumen- de puntos suspensivos. 
Me parece que una tarea hermosa que podría plantearse una editorial sería la reedición de Poemas circunstanciales, creo que sería un homenaje más que merecido por esta gran poeta y que además sería una manera de preservar la memoria de su obra en el tiempo. En sus versos hay violencia y grito, hay inconformidad, pero también hay una honda ternura que conmueve. 



Mariajosé Escobar (Caracas, 1986)

Escritora. Lic. en Letras UCV (2011). Tesista de la maestría en Literatura Comparada por la misma casa de estudios. Ha publicado: Poemas de Insomnio y Lluvia. Fundación Editorial El Perro y la Rana, (2011); Versos Diversos. Antología poética sexo-género diversa contemporánea e hispanoamericana. Fundación Editorial El Perro y la Rana, (Zambrano y Escobar Comp. 2011); La Casa en el Espejo. Casa de las Letras Andrés Bello, (2015) Premio Municipal Luis Britto García, Mención Honorífica (2016); Verbeldía, Locura del verbo. Fundación Editorial El Perro y la Rana,  (2019). “Gestación” gana el Concurso Metro Relatos (2014), auspiciado por Monte Ávila Editores y el Metro de Caracas. Estuvo en talleres de poesía como los dictados por Juan Antonio Calzadilla, Armando Rojas Guardia y José Carlos De Nóbrega. Ha publicado en las antologías: Poesía, Oficio Puro. Giraluna, (2021); Poesía sin fronteras. Antología suramericana. Giraluna (2021); La Flor en que Amaneces.  Azalea, (2020); Aquiles Inmortal. Giraluna, (2020); En Cuerpo y Alma. La Mancha, (2016), I Coloquio sobre Poesía Venezolana Contemporánea. Casa de las Letras Andrés Bello, (2015); Cuenta de poetas. La Mancha,  (2014); Rosa Caribe. La Mancha, (2012); Las Chicas van al Baile. Antología de Poetas Latinoamericanas, Giraluna (2012); Antología de cartón. Antología Cartonera Las Fulanas Esas (2011) y en publicaciones periódicas digitales e impresas. Actualmente tiene cuatro poemarios inéditos y un libro de cuentos y trabaja en otros proyectos literarios. Su libro "Desde el Vagón" recibe Mención Honorífica del Premio Fernando Paz Castillo (2022) otorgado por el Celarg. Plaquette "Liquen" (2022)  en la colección "Yo misma fui mi ruta" de Fundarte.

Redes: IG: @marijo_escobarg Twitter: Escobar_Marijo Facebook: Mariajosé Escobar.

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