
El poeta Roger Herrera Rivas nos comparte un acercamiento a la obra de Juan Calzadilla y a su Antología Movediza. Poemas sueltos.
Por Roger Herrera Rivas
Foto: Ximena Benitez
Ventana
Cavilar sobre la posibilidad de un autor vital, cuya polémica palabra aun socava tanto ecos escriturales como alcoholizadas voces que desandan la ”geografía espiritual,” no sólo de las nutridas páginas de nuestra poesía nacional sino de nuestro mestizado continente, es una osadía, dada la vastedad de su obra cuya labor de largo y prolongado aliento nos deja atónitos. En este sentido esta humilde disertación que apenas asoma su luz, no es en los terrenos cenagosos de la literatura, ni ensayo adulador de dudoso academicismo, mucho menos “pan comido” para comensales en juerga literaria.
Es mi deseo disertar sobre la más reciente obra del poeta citado, Antología Movediza tiene por título, por ende propongo examinar un pequeño universo de su dilatada escritura antes de dilucidar mis pareceres sobre la antología nombrada.
Cuando propongo a la obra de Juan Calzadilla como un punto de quiebre entre la lógica formal poética y el juego infinito. Dicha tentativa nos acerca a un reflexivo militante no sólo de la escritura automática sino de la posibilidad del juego a partir de la ciencia de las soluciones imaginarias, es decir, la patafísica. Desde Los Vasos Comunicantes del humor noir, su entramado de sueños nos invita a abordar desde sus cínicos desplantes tanto las aporías de la lógica hasta los fueros de una incertidumbre sospechosa. Poesía mediada por el azar y la duda, pero guiada por su pulsión tanto gráfica como escritural nos dibuja con letras en forma de sorna, su propio parecer:
“El Techo me hizo cambiar, inclinándome a la ironía más que al humor propiamente, en el entendido de que, con todo y mis dudas, esta ironía llegó a volverse, no pocas veces en mi poesía misma, contra mí.” (Calzadilla; 2014., p, 4)
Estamos ante la posibilidad cierta de descubrir y descubrirnos ante una gran voz, que, aunque valorada en ocasiones por algunas firmas, también ha sufrido el deterioro de quienes al no sentirse a gusto en sus deliberaciones han procurado apagarla entre bostezos y susurros. Maquinaciones de dudosa trama que fenecen en su burdo intento, puesto que, al asomarnos al hacer de tan connotado poeta, la vergüenza hace titubear nuestros torpes y líricos vuelos.
Primeros atisbos…
La postulación poética de Calzadilla se inicia a muy temprana edad, explorando la terredad y la secular tradición de darle nombradía a los orgánicos elementos del entorno. Primeros poemas (1954), La torre de los pájaros (1955) y Los herbarios rojos (1958). En este hacer, surge el lenguaje que mueve a reflexión y concita el acento sobre la relación de Orfeo y su imbricación con la natura. Aunque cabe destacar que es a partir de la aparición del título La torre de los pájaros, publicado bajo los auspicios del Ateneo de Valencia en 1955, donde el poeta inicia sus indagaciones sobre el surrealismo ahondando con mayor precisión sobre el aspecto onírico y su tratamiento en el azaroso juego poético.
Sobre este orden de ideas es sabio referirse a la opinión brindada por José Ramón Medina respecto al nombrado título, él subraya sobre el poeta:
“[...] penetra en el ámbito de una límpida tonalidad de misterio y sugestiones singulares en el que … da rienda suelta a un amplio registro de voces ocultas que, cual un persistente río de plásticas imágenes vivenciales, se suceden fílmicamente, afirmándose una tras otra, en una especie de sugerente fábula expresiva que da valor de atmósfera total al canto.” (Medina; 2007., p, 307)
Aquí, en este espacio fabrica el poeta… sus máscaras, suma de sus prolijos yoes en la puesta en escena de sus otredades, cercenadas en la abulia de la alteridad o el confinamiento del palimpsesto; prestémonos a valorar, demos una mirada a estos prodigios.
No obstante, en nuestra indagación se posibilitó el hallazgo del libro Oficio en tránsito. Lecturas, incidentes, contramarchas (1954-1959), suscrito por Calzadilla. Ejemplo de estos textos palpamos en su letra el corolario de lo que será la dilucidación del bardo. Su apuesta frontal contra el agotamiento de una norma establecida, quizás inamovible, de una manera de hacer y respirar la poesía. Su determinación supone una apuesta hilvanada desde el constructo del uso de la máscara y el juego infinito, es decir el cierre o clausura del tejido lógico formal de la “tradición” poética.
En los siguientes ejemplos damos clara cuenta del encuentro con su palabra iniciática.
HISTORIA DE LA MODERNIDAD
(Marsella, 1902)EL maestro de pintura la hace posar durante ocho horas seguidas prohibiéndole que parpadee o mueva un solo dedo meñique de sus pies, mientras dura la concentración en la pose. Todo esto para que el resultado conduzca no a un retrato, sino a una pintura.–¿En qué se parece a mí? –Pregunta Madame Cézanne, desilusionada y visiblemente molesta, señalando el caballete donde permanece, aún fresco, el cuadro para el cual sirvió de modelo durante horas y horas.–Lo que debes preguntar –respondió el maestro– es si se parece a una pintura. Que importa el parecido, si eso no es pintura. (p, 152)
***
DICHO POR MAMPUESTO
Elegir la propia experiencia para hablar de sí no tendría sentido si esa experiencia no hablara también del mundo. Aunque fuera por mampuesto. Y en los términos en los que es capaz de hacerlo, es decir, torpemente.En cambio, el destino no consiste en otra cosa que en preguntarnos por lo que no está a la vista. O de cuya existenciase duda. O que sólo cabe como hipótesis.(Ibid., p, 152)
***
FINAL
El polvo se levanta más no la manola piedra se disparapero no sabemos quién la arrojael aire tan pesado como agua en la sombralos días pasan con sus formas piramidalesen cuyo vértice por arriba, arde el solteniendo por ábaco a una nube.Aquí abajo en el bosque, en tanto, el silencio cruje paraComprobar la caída de la hoja seca. (Ibidem., p, 158)
Cabe considerar que cada uno de estos textos posee en sí, el hilo discursivo emblemático de la sospecha y la duda ante el objeto poético; sin menospreciar la interrogante de desdibujar o reivindicar al poeta o propiciar el género como alternativa benefactora ante la “comedia” instaurada por algunos agentes del género en cuya falsedad se halla el caldo de cultivo de que “todo poeta es un fingidor”. A propósito de estas reflexiones, paso a aclarar:
En "Historia de la modernidad” sentimos la impronta del siglo XX cuyos avatares y caminos sinuosos del espíritu nos llevaron a dos hechos bélicos que nos hicieron encerrar la razón en una jaula de oro donde los supuestos como los silogismos propagan el absurdo dando pie a la alternativa hamletiana. La pintura o poema se hacen espejo, imagen precaria del sí mismo y del nosotros fragmentado en constante implosión. Donde tanto el genio como “el hombre sin aptitudes” perdieron su oportunidad de Ser en un tiempo clausurado por la duda.
Ante la inquietante obra fraguada por Calzadilla he elegido de su haber varios títulos significativos para hacer el debido seguimiento de la obra de un escritor cuya distancia con respecto a muchos de los aedas de su generación, inicia con su militancia en El Techo de la Ballena y es desde allí donde se suscita el punto de inflexión, a saber: “Pérez Perdomo y Calzadilla vuelven la agresividad contra sí mismos, se torturan en voz alta…” ─Con respecto a esta celebrada vanguardia─. “La ballena y el magma son dos obsesiones que ha traído desde España, junto con su título de médico, el pintor andino Carlos Contramaestre.” (Vasco; 1971, p 17)
Para muestra me place presentar el siguiente texto que nos servirá de astrolabio para orientar al navegante lector.
ESPERANDO SALVACIÓN
Los números ceros atraviesan las paredes delos cráneos limpios de concienciase internan por los ojos de los funcionariosa quienes atormenta la manía de contarque padecen en silencio sus miopías con sustrajes limpiosMientras sueñan despiadadamente en sus jaulascomunessin olvidar sus desvelos de padres múltiplesni su avidez de contar todo lo que está al alcance de susmanosAgachándose bajo una orden cuando por distracciónalgún número solitario cae al suelopara recogerlo y extenderlode nuevo sobre la mesa igual que a un hueso deballena que necesita de una exacta comprobaciónallí mismo comienzan a sobrar ceros cifrashumillantes que enloquecen al encargado deponer fuego a los billetes de bancosucios ajados billetes sin dueños que derrite la carnicería de esta llama inflamantey ya no hay ceniza en los dientes sino boletos de trenque después de todo se transforman en partidasde defunciónse ha producido un excedente increíble deceros hacia todos lados los funcionarios nosaben qué hacercon sus esqueletos retorcidos como hierrosviejo bajo tormenta de papelsus esqueletos aguardando salvaciónsus esqueletos demasiado grandes donde yano cabenni qué hacer con su desmedida sed de lucroy su celo colmadode hojas amarillas que sobrepasan el tamaño detodas sus desdichassus cadáveres exageradamente grandes (Calzadilla; 1962., 1971, Pp, 20,21)
Indagando en este caleidoscopio, muevo el timón y velas de mi nave para enrumbarme a las costas del poemario Antología Movediza. Poemas sueltos (3 Aforismos ediciones, 1992-2020), publicado en formato PDF en 2023, título que me mueve a reflexionar sobre del autor que estamos revisando.
Quisiera solicitar la atención del lector, un poco para calibrar algunas dudas u opiniones con respecto al diario pespunte de la palabra en Calzadilla, plasmada en la más Movediza de sus Antologías, para ello citaré de algunas de sus producciones incluidas en su más reciente producción.
El FORASTERO
Que se diga el poeta, respecto a su tiempo, que nofue un exiliado y ni siquiera un outsider, sino másbien un forastero. Un intruso venido de lejos,que no portaba documentación al y quien, a duras penaspudo por fin dar señales de vida y encontrar unaplaza. Pero una plaza sin baluartes, indefendible,rápidamente tomada por las huestesque la tenían bajo asedio. Y a la cual naturalmente,pese a todas sus estratagemas, no se le permitióacceso, ni siquiera cuando le vieron agitar un trapoblanco en señal de rendirse. Ni cuando le oyerongritar: ﱠ“Me bastaría poder existir cerca de mí, me bastaríapoder consignar el lugar donde me encuentro comootro lugar” (Calzadilla; 2023., p, 4)
La voracidad de esta escritura supone un malestar inoculado en el lenguaje. Rayado sobre el techo en un absurdo vehemente de humor procaz, libérrimo si se quiere.
LEYENDO A LOS OTROS
“Yo aprendo de los otros no menos,de lo que los otros aprenden de mí.” ─En otro aparte─ “observando como administran sus hábitos, sus ademanes contaminados por la ciudad”… Aprendo estrategias de la gente, sin andar con rodeos. …y leyendo mi rostro me conocen y no se apiadan de mí ni me perdonan”. (Ibíd; p, 7)(Fragmento)
¿Qué se puede esperar de tan francas dilucidaciones? De expresiones que maniobran ante un abismo en No puedo imaginar el tiempo.
“Ni el tuyo ni el mío. Mucho menos podríadefinirlo para adecuarlo a una situación queentretanto ya habría pasado. Basta de pedirmeque dé la cara a fin de que la gente sepa a quéatenerse respecto a lo que soy o no soy.” (Ibidem.; p, 8)(Fragmento)
Esta perplejidad asumida desde el Sí mismo contra su doble, hondura que abarca logos y praxis de un yo fuera del confort de la belleza aceptada, contraria a los parámetros de la lógica dominante y bajo la sombra inequívoca de una razón empobrecida en el progreso y el lucro que dominan la polis a través de mafias corporativas, pactos o dudosas individualidades.
Entre tanto el poeta y su letra obedecen a un estado de resistencia, pertinencia dada desde la escritura, oficio que lo ha hecho perspicaz. Libre e indeterminado cuya Índole en sus juveniles 93 primaveras ha trazado como letales estrategias contra sus burócratas enemigos
ESTRATÉGIAS
Al fin y al cabo, todo plan que uno se trace se reduce a una estrategia para sobrevivir. En cuyo caso la estrategia montada termina en un deseable y seguramente efímero porvenir.(…)Desconfía. Por eso, delo que brota repentinamente pero también y mucho más de lo que necesita mucho tiempopara madurar. No sobes tanto, decía a su alumno el profesorde escultura. Y a continuación, terminada la obra: “Sipules demasiado obtienes sólo el brillo.” (Calzadilla. Ob. cit; p,10) (Fragmento)
Poeta cuya palabra se hace arma de doble filo; negación sin fin que supera a la anterior contrariedad postulando un nuevo acertijo. Palabra que no cesa en su arbitrariedad de corroerlo todo. Obturación del lenguaje dado a permear los vocablos que como átomos se desplazan y estallan en el núcleo de cada oración para generar ondulaciones de luz y sonido en el idioma; para generar aporías y nuevas formar de ordenar el discurso. Narrativa nacida de la profunda y acuciosa reflexión de una realidad particular que es refractada al común lector a través del lenguaje, todo esto nos sugiere Juan Calzadilla en Antología Movediza. Poemas sueltos en el eterno juego con las palabras; sesgando la formalidad discursiva del poema, rompiendo como Baudelaire y Rimbaud con lo establecido para abordar la aventura del juego infinito a partir del nuevo Prometeo.
Caracas, febrero 03 de 2024.
Citas Generales
1) Calzadilla, Juan. Trozos de un diario descosido. Publicado en Letras CCS. Año 4/ Número 191/ Domingo 18 de junio de 2014, p, 4.
2) Medina, José Ramón. Tomado Juan Calzadilla. La Torre de los Pájaros. Citado en RNC Número 114 ENERO FEBRERO. Caracas, 1956, p, 307.
3) Calzadilla, Juan. Oficio en Tránsito Lecturas, incidentes, contramarchas (1954-59) Aparecido en RNC Año LXIX/2007/Número 335. Pp, 152, 158.
4) Vasco, Juan Antonio. Introducción a El Techo de la Ballena. Separata. Órgano del Departamento de Literatura de la Universidad de Carabobo, Valencia, 1971, p, 17.
5) (Ibid; Pp, 20,21).
6) Calzadilla, Juan. Antología Movediza. Poemas sueltos 3. (1992-2020) Aforismos ediciones, publicado en formato PDF en Caracas, 2023. Pp, 4, 7, 8, 10.
Materiales Consultados
Antonin Artaud. El Teatro y su Doble. 3era Edición Editorial Sudamericana Sociedad Anónima, Buenos Aires, 1976.
Axelos, Kostas. El Pensamiento Planetario. Monte Ávila Editores, C.A. 2da. Edición, Caracas, 1969.
Calzadilla, Juan. Antología Movediza. Poemas sueltos 3. Aforismos ediciones, Caracas, 2023.
Calzadilla, Juan. Epigramas y otras irreverencias. Fundación Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello. Caracas, 2009.
Calzadilla, Juan. La Condición Urbana. Ediciones Acirema. San Cristóbal estado Táchira (Venezuela), 2019.
Calzadilla, Juan. Libro de las poéticas. Fundación Editorial el perro y la rana, Caracas, 2006.
Calzadilla, Juan. Trozos de un diario descocido males mínimos. Alcaldía de Caracas. Fondo Editorial Fundarte, Caracas, 2017.
Calzadilla, Juan. Golpes de pala. Edición digital .Fundación Editorial El perro y la rana, Caracas, 2016.
Hernández, Alberto. Juan Calzadilla. El Yo, Reflejo de la Máscara. RNC /Año LXIX/ Número 335/ 2007.
Rest, Jaime. Mundos de la Imaginación. Monte Ávila Editores, C.A. Caracas, 1978.
Revista Nacional de Cultura RNC. Año LXIX/ 2007/ NÚMERO 335.
Revista Nacional de Cultura RNC. Año LIXX/2007/NÚMERO 335 Reseñas de libros III (1954-1955).
Roger Herrera Rivas
Poeta venezolano (Caracas, 1962). Es licenciado en teatro por el Instituto Universitario de Teatro. Ha publicado el estudio monográfico Apuntes sobre el teatro y su doble (2001) y los poemarios Fragmentos (1987), La crin de Dios (1996), Desadaptados (2000), Elegías de Wölfing y Los balandros son dioses (2005). rhnavaja@gmail.com
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