Fotografía de taniusha sophia s. kovalski en  IG: @ohkovalski. Primera parte I : Discursos millennials y centennials.

Poesía Y y Z. Las nuevas generaciones y su relación con la palabra poética

Fotografía de taniusha sophia s. kovalski en  IG: @ohkovalski.

Primera parte I : Discursos millennials y centennials.


Por Alborada Garrido Coccoluto 

Entre pantallas, tejidos sociales intangibles y la inmediatez como – mala – costumbre nacimos, crecimos, nos vinculamos y, por supuesto, desde diversos espacios, creamos, las personas denominadas millennials y centennials, una categoría etaria que abarca de 1981 a 1995, y 1996 a la actualidad respectivamente. 
      Llegamos a este mundo en pleno auge tecnológico, en el que la comunicación, el amor y las guerras ocurren en el espacio digital. Cada día un nuevo hallazgo, la innovación nos come y nosotrxs, como buenxs hijxs de nuestro tiempo, siempre queremos más: respuestas rápidas, frases cortas, y una constante problematización – tal vez para algunxs supérflua, pero presente – de todo lo que pasa y nos atraviesa; esto, aunado al uso de las redes sociales digitales como espacio de catarsis, de expresión y de encuentro, se perfila como todo un lenguaje comunicacional completamente distinto en forma y fondo a los que se hayan manejado en otras épocas, que permea todas nuestras maneras de entender la realidad.
      La escritura como necesidad de entender(nos), como forma de expresión y contacto con la otredad se hace moldeable en las manos del tiempo y la humanidad. ¿Cómo inciden los nuevos lenguajes comunicacionales, producto de las innovaciones tecnológicas, en la palabra escrita, especialmente en la poesía? ¿Cómo se adapta, cómo muta, cómo se pierde o se potencia? 
     En esta primera parte, queremos ahondar en el fondo, el contenido, los discursos que manejamos cómo generaciones Y (millennial) y Z (centennial). ¿Cuáles son nuestras inquietudes a plasmar en el papel – o en las pantallas - y en qué se diferencian a las de otros grupos etarios?
      “Uno de los temas que se está manifestando hoy en día bastante es el tema de la ansiedad, que quizás en otras épocas era un tema que se trataba perfectamente pero en ocasiones, es tal el bombardeo con respecto a ese tema que pareciera que nuestra generación estuviese de alguna manera diagnosticada con eso.” Nos comparte la poeta María A. Colmenares, quien, como ella misma aclara, se encuentra en el medio de estas dos generaciones que al parecer van por la vida tan de prisa como la internet, verbalizando constantemente la presencia de la ansiedad, la tristeza, y la frustración, que si bien no son emociones inventadas por lxs Y y Z, si algo nos caracteriza es la expresión desenfadada de nuestros sentires y la constante indagación de los mismos, búsquedas que vivimos de forma pública y de alguna forma acompañada por quienes nos leen y nos escuchan a la hora que sea y al momento que sea, gracias a la tecnología.
     “…hablar de caos, suciedad, desencanto o hablar de belleza, regeneración y contemplación, es pasearse por los distintos matices de esos pilares fundamentales que son el amor, la vida y la muerte, cuyo fin parece ser la problematización, la búsqueda de sentido.” Agrega la poeta millennial Bolívar Pérez, cuyo acercamiento a la poesía parte de un deseo de autoexploración. Es esa búsqueda, esa necesidad desenfrenada de indagar en sí mismxs y en las capas más profundas de nuestros padecimientos, un tema recurrente en la poesía de este grupo etario, que sin atavíos pone la palabra al desnudo y al servicio de sus necesidades emocionales y sus inquietudes.
      “Actualmente nos atraviesan muchos problemas, más que temas, como venezolanos y también como ser del mundo. Problemas como la guerra, la violencia, la identidad, lo privado y lo público.” nos comenta el poeta millennial Luis A. Indriago, quien enumera una serie de temas que parecen ser preguntas constantes de lxs nacidxs en las últimas décadas: ¿Quién soy? ¿A dónde pertenezco? ¿Cuál es mi lugar en el mundo? ¿Cuáles son los límites entre el espacio público y la intimidad? ¿Cómo incide lo que hago, o lo que dejo de hacer, en el panorama de crisis mundial y cambios acelerados que vivimos? “Para muestra un botón con el covid-19 y la pandemia, donde era un tema empolvado de tiempo y que hoy nos obliga por necesidad y padecimiento a volver a tratar temáticas sobre el encierro, las pestes que genera el hombre, la religión, la muerte, el renacer. Con ello notamos que en el tiempo humano los temas elementales no caducan, caducan solo su forma de ser transmitidos.” Concluye Alejandro. 
   Somos lxs que miramos el caos y la miseria a través de un filtro o un distanciamiento que inevitablemente imponen las pantallas. Permeadxs por hábitos como la constante exposición de sí mismxs y de nuestra cotidianidad, y la construcción de un yo performático en constante exhibición, es natural que aspectos esenciales del ser social como la identidad y las relaciones interpersonales se tornen unas de nuestras principales inquietudes: 
     “Pienso que incluso en ocasiones es muy difícil trazar una línea separatoria entre el amor y la muerte porque pareciera que ambas se buscan entre sí. En ocasiones pareciera que el amor busca perseguir ciertos daños y las pasiones más desbocadas tienen estos procesos de autocontemplación y de desbordamiento y locura y destrucción.” María A. Colmenares 
      Peyorativamente llamadas “generaciones de cristal” lxs millennials y centennials  encontramos en la palabra poética un lugar para preguntarnos, para respondernos, o simplemente para gritar lo que sentimos y tener la ilusión de que le damos lugar fuera de nosotrxs, sin importar que se trate de situaciones o sensaciones que aparezcan y se desvanezcan lo mismo que un mensaje enviado y eliminado al instante, lo mismo que una historia de 24 horas de duración. 
     Quizás no estemos inventando el amor, el dolor o la muerte, pero sí me atrevería a decir que nos estamos jugando la supervivencia de estas preguntas históricas, de estos sentires históricos, de estas inquietudes del ser, entre tanto bombardeo de estímulos, acontecimientos e innovaciones que no dejan de atropellarse entre sí. Perseguimos ese instante de escucha, esa posibilidad de detenernos, y, contra todo pronóstico, cuestionarnos, pensarnos la trascendencia de las cosas, el vacío de lo efímero, y la posibilidad de construir en el universo intangible que nos movemos, alguna especie de ancla o de huella que dé cuenta del sentipensar de nuestras generaciones. 

El nocturno de María Alejandra Colmenares
Mis pies se curvan
acariciando la amura de babor:
he decidido el abandono
 
esta torre de arena
se arroja contra las aguas oscuras
ha traído consigo tantas voces antiguas
pesa un peso de mundo
agrede las formas de espacio
dobla un espejo de obsidiana
las bestias me halan
se in|corporan
violando mis recodos
susurran cantos de ahogo
lengua muerta de habitantes nocturnos
medusas pulmones de agua palpitan
alejan tenues las palabras de mi niñez
y me entrego al mar
peso un peso de mundo
me hunde como un imán
hacia la cámara hermética
siempre proa
nunca nombre
 
sé llegar a mi origen
abro las puertas que no podré volver a cerrar
cuerpo halado por el agua
por los cuerpos que ahí han muerto conmigo
sonido agudo que presiona mis oídos hasta el vacío
en que mi garganta se abre con el sabor oxidado
y no puedo ver
 
soy pájaro surcando la niebla
abrazo el hostil vientre
arde el delirio
cómo arden
los ojos de vidrio
en la lejanía
sus óculos fruncidos
se rinden cansados ante el mito
mito de ser
escasas luces de la cúpula regente
este mar obsidiano las ha cautivado
las aguardo todas en mi sustancia
las aguardo en el fondo del mundo
las aguardo en mi peso
un peso de mundo rendido
en la frágil llama de agua
en el doliente pliegue de tiempo
me doy a los dioses
sólo así -solo-.




María Alejandra Colmenares León 
(Caracas, 1996). Tesista de pregrado de Letras en la Universidad Católica Andrés Bello. Actualmente estudia Diplomado de Edición de la Cámara Venezolana del Libro. Primer lugar en Concurso de Poesía Physis del CEL Universidad Católica Andrés Bello. Ha sido publicada en Liberoamericanas. poetas contemporáneas (Editorial Liberoamérica, 2018 Argentina y 2019 España), entre otros.  
Instagram: @colmenasyleones .


Alborada Garrido Coccoluto

(Caracas, 1995). Escribo / Investigo / Documento.
Instagram: @albacocco / @proyecto_analepsis  


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