Reseña del libro de Piedad Bonnett (2013)

Lo que no tiene nombre. Lo que no se ve, de lo que no se habla. Por Mariajosé Escobar

Reseña del libro de Piedad Bonnett (2013)




hurgo mis sentimientos
estoy viva
Blanca Varela


Por Mariajosé Escobar

Al hablar sobre algo podemos aprehenderlo, integrarlo a nuestra experiencia, cercarlo con aproximaciones interpretativas, pero: ¿qué sucede con aquello de lo que nadie quiere hablar? Existen en nuestro mundo varios temas tabú, que por suerte (aunque no por azar, sino por lucha de los directamente implicados) y para el bien de todos los que se ven inmersos en estas realidades poco a poco van dejando de serlo, a un paso muy lento, sin embargo. 
Uno de esos temas además de lo LGBTQ, el cáncer, la muerte, el suicidio, y un largo etcétera, es la enfermedad mental. Piedad Bonnett nos ha regalado en Lo que no tiene nombre (2013) un relato valiente, provocador y conmovedor hasta las lágrimas que, paradójicamente, da nombre a aquello de lo que nadie hablar: el cómo puede afectar una condición mental a un individuo y a su entorno cercano, cómo el juicio social y el desbalance químico propio de la enfermedad, puede llevarlo a tomar la decisión, que no es tal, de abandonar la vida. 
Y digo no es tal porque por la ciencia hoy sabemos que quien “decide” abandonar la vida en estas circunstancias realmente no está tomando una decisión, antes bien, la enfermedad está decidiendo por esa persona. 
El relato escrito en clave autobiográfica por Piedad Bonnett, narra, desde el más profundo dolor, el proceso de enfermedad, deterioro y muerte por suicidio de su hijo. Además de ello, hace explícitos algunos temas de los que poco se habla, y que están asociados a esta vivencia: la medicación, los psiquiatras, el estigma social. 
Me regalaron este libro en noviembre, y lo devoré en menos de quince días. Hubo momentos en que no podía contener el llanto, y lloré al hijo de Piedad Bonnett y en él a todos los que de una manera u otra han sufrido por estas circunstancias. El por qué empatizo de tal manera con este personaje tal vez sea materia para otro tipo de creación, y no propiamente para una reseña, aunque los que han leído mis reseñas saben que siempre me gusta darles un toque personalísimo, como hablar de la situación mediante la cual llegó a mis manos el libro en cuestión. Este libro fue un obsequio, y como tal tiene una bella dedicatoria, que releo en este momento pensando en lo afortunada que soy de poder leerla, de poder escribir esto. Hasta aquí el toque personal, volvamos a la novela y a la reflexión. 
Utilizo para este texto uno de los epígrafes que ha tomado para su libro la autora, pues me hace pensar en la fascinación por la vida, en lo inmenso que es volver a ella luego de una experiencia límite. Sobrevivir a un suicidio, al suicidio de su hijo, coloca a la narradora, y a la misma autora, en el punto de vista del sobreviviente, y le otorga la tarea del testigo, tarea que la escritora ha cumplido de una manera magistral. 
“En estos casos, trágicos, sorpresivos, el lenguaje nos remite a una realidad que la mente no puede comprender” (p.18), expresa de esta manera Bonnett el estado de shock luego de la llamada fatídica que le da la noticia, y nos otorga como lectores palabras para nombrar el dolor que es Lo que no tiene nombre. Esta novela, a la usanza Garciamarquiana de Crónica de una muerte anunciada (1981) empieza por el final, es decir, desde sus primeras páginas sabemos ya que el hijo de la narradora ha muerto, entonces, toda la novela es la reconstrucción ficcional de los acontecimientos que lo llevaron al suicidio. 
La novela está dividida en cuatro partes, que a su vez están integradas por subcapítulos breves, algunos incluso de una o dos cuartillas, otros un poco más lagos. “Lo irreparable”, “Un precario equilibrio”, “La cuarta pared”, “El final” son las cuatro partes que integran este libro, de ellas solo diré que es el recorrido de dos padres y su hijo enfermo, y que pone en escena no solo el dolor del hijo, sino el dolor de quienes lo acompañan en semejante tránsito, además de ser una crítica ¿me pregunto si intencionada? al estigma social que gira alrededor de la enfermedad mental. 
¿Por qué me pregunto si intencionada? Pues bien, porque me cuesta pensar que alguien ante un dolor así piense directamente en la denuncia. Creo más bien que los hechos hablan por si solos y ellos solos señalan lo terrible del juicio social y las consecuencias catastróficas que el mismo puede tener para los individuos aquejados mentalmente. El hijo de la autora era un chico talentoso: fotógrafo, dibujante, pintor, poseedor de una vasta cultura, brillante estudiante universitario y, sin embargo, en sus momentos más críticos, el entorno social no veía nada de eso sino que: “la enfermedad mental es una codena que aísla, que convierte a quien la padece en alguien ajeno a los demás al que queremos mantener un poco distante ¿cierto?” (p.42) Esta frase, que expresa un terrible prejuicio es dicha por una persona cercana al entorno del hijo de la narradora, y sea ficcional o no, pone de manifiesto el duro juicio de la sociedad ante una situación que muchas veces escapa al control de quienes la viven “y es que la sola palabra suicidio asusta a muchos interlocutores” (p.38). El libro constantemente nos plantea las preguntas: ¿Qué es la normalidad? ¿acaso son normales los normales? Pues ¿cuán normal es juzgar a otro por una enfermedad?
Al hablar de su hijo, la narradora lo describe como: “ese que se veía alegre y bailaba y viajaba cada vez que podía, cargó durante ocho años con una aterradora enfermedad mental que convirtió sus días en una batalla dolorosa y sin tregua, a la que él le sumo el esfuerzo desmesurado de parecer un ser corriente, sano como cualquiera de nosotros” (p.41), habla a la vez del esfuerzo de ocultar la enfermedad a los otros por el estigma. A veces me pregunto ¿Por qué se sufre más en estos casos? ¿por la enfermedad o por la necesidad de ocultarla, de encajar en un mundo que no la comprende y le teme? Este libro puede ser un camino hacia una respuesta, es también un paso adelante, y no pequeño, en la inmensa tarea de desmitificar la enfermedad mental, creo firmemente que entre más se hable de ella, más se avanzara en la inclusión de personas que viven con ella. 
Piedad Bonnett es una gran escritora colombiana, con una trayectoria indiscutible: Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Los Andes, donde ejerció como docente desde 1981. Magister en Teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño por la Universidad Nacional de Colombia. Dedicó 30 años de su vida a dar clases a adolescentes en La Universidad de Medellín. Algunos de sus premios: Mención de Honor en el Concurso Hispanoamericano de Poesía Octavio Paz, Premio Nacional de Poesía, Premio Casa América de Poesía Hispanoamericana, Premio de Poesía Poetas del Mundo Latino, Premio de Poesía José Lezama Lima, Premio de Poesía Generación del 27. Algunas de sus obras son, en poesía: De círculo y ceniza (1989), Nadie en casa (1994), El hilo de los días (1995), Ese animal triste (1996), Todos los amantes son guerreros 1998), Las tretas del débil (2004), Las herencias (2011), Los habitados (2017). En novela: Después de todo (2001), Para otros es el cielo (2004), Siempre fue invierno (2007), El prestigio de la belleza (2010), Lo que no tiene nombre (2013), Donde nadie me espere (2018), Qué hacer con estos pedazos (2022), entre otras. 
Narrativamente es una pieza hermosa, es el dolor de lo que No tiene nombre  pronunciado con la belleza que le otorga la honestidad. Una novela de no ficción como se llama ahora a estos géneros de lo íntimo, que muestran en primer plano las heridas de quienes escribimos. Los fragmentos que componen cada una de sus cuatro partes, conforman la amalgama de una experiencia dolorosa, que se nutre de la poesía para expresar la pérdida y el gran impacto emocional que la misma tiene. En este sentido, en esos fragmentos hay una suerte de síntesis poética, pero esta vez retomada desde la narrativa, que da a la historia una hondura demoledora e impactante. La escritura de Piedad Bonnett nos deja preguntándonos y pensando, además de todo lo dicho, en el rol de la escritura ante la pérdida, como ella puede, transformar el más inmenso dolor en arte y como el arte puede, abrazarnos las heridas. No dejen de leerla. 





Mariajosé Escobar (Caracas, 1986)

Escritora. Lic. en Letras UCV (2011). Magister Scientiarum en Literatura Comparada por la misma casa de estudios (2024). Ha publicado: Poemas de Insomnio y Lluvia. Fundación Editorial El Perro y la Rana, (2011); Versos Diversos. Antología poética sexo-género diversa contemporánea e hispanoamericana. Fundación Editorial El Perro y la Rana, (Zambrano y Escobar Comp. 2011); La Casa en el Espejo. Casa de las Letras Andrés Bello, (2015) Premio Municipal Luis Britto García, Mención Honorífica (2016); Verbeldía, Locura del verbo. Fundación Editorial El Perro y la Rana,  (2019). “Gestación” gana el Concurso Metro Relatos (2014), auspiciado por Monte Ávila Editores y el Metro de Caracas. Su libro "Desde el Vagón" recibe Mención Honorífica del Premio Fernando Paz Castillo (2022) otorgado por el Celarg. Plaquette "Liquen" (2022)  en la colección "Yo misma fui mi ruta" de Fundarte.Estuvo en talleres de poesía como los dictados por Juan Antonio Calzadilla, Armando Rojas Guardia y José Carlos De Nóbrega. Y en narrativa por Carlos Noguera y Luis Britto García (actualmente). Es facilitadora de la Escuela de Nacional de Poesía Juan Calzadilla desde su fundación en 2023. Ha publicado en las antologías: Poesía, Oficio Puro. Giraluna, (2021); Poesía sin fronteras. Antología suramericana. Giraluna (2021); La Flor en que Amaneces.  Azalea, (2020); Aquiles Inmortal. Giraluna, (2020); En Cuerpo y Alma. La Mancha, (2016), I Coloquio sobre Poesía Venezolana Contemporánea. Casa de las Letras Andrés Bello, (2015); Cuenta de poetas. La Mancha,  (2014); Rosa Caribe. La Mancha, (2012); Las Chicas van al Baile. Antología de Poetas Latinoamericanas, Giraluna (2012); Antología de cartón. Antología Cartonera Las Fulanas Esas (2011) y en publicaciones periódicas digitales e impresas. Actualmente, tiene cuatro poemarios inéditos y un libro de cuentos y trabaja en otros proyectos literarios. 

Redes: IG: @marijo_escobarg Twitter: Escobar_Marijo Facebook: Mariajosé Escobar.

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