Bitácora de Viajes iniciáticos Por Roger Herrera Rivas

El viaje mítico en VERSOS DE LA CIUDAD de Alfredo Ramos

Bitácora de Viajes iniciáticos




Por Roger Herrera Rivas

El viaje mítico es lo que augura la palabra; tejido íntimo donde los sueños son hebra y destino del viajero. Amalívaca nombrando toponimias y dando lugar a las distancias, las lejuras y cercanías propiciatorias. Palabra y magia del primer hombre enhebrada en el canto y el exorcismo de desempolvar del olvido el tejido de la memoria. Tiempo y espacio promulgados desde el Gilgamesh al nomadismo de las tribus bíblicas. Travesía infinita de los zulúes en el makandal de los orishas.
Recorrido y palabra en la hojilla de oro de las imágenes. Los tamanacos en la génesis del mundo Caribe y el Viaje de Mediata de los Yekuanas próximos a la cosmovisión cuiba o bariná, ramas del árbol de los Gayones o los primos Jirajara así se teje este río de emociones que facultó a quien venido de lejos y bebió las aguas bautismales en Acarigua realiza el tránsito del caminante para luego Hacer de argonauta en los fluidos del Orinoco y de magma enlos aromos barineses junto a los otomacos en el Capanaparo o en la irracional belleza de El Real.

Voces y nombradías 

Voz somnolienta a ratos de fatiga solar y menesteres del camino. De pronto fulgurada en la evocación de sonoridades que urden el trasunto de la historia local y sus protagonistas. Polvo henchido en vocablo, presupuesto para el grito en la lejura, en el arreo de los vocablos, en la historicidad y fábula de un lenguaje Otro, que es el vecino, el hermano, de la mano de la luna y de “Muñunga”; asalta desde el verso a Santa Inés, a Julio Cachito en Santa Rosa.
Hace porfía en el amor y en el miche y nos maravilla desde su otredad poética con estos versos:
Con la edad antigua de los muertos
Quién
canta ese joropo
tan triste.
Los duendes
del Caipe que se marchan.
De quién
es este cuerpo
crucificado en la arena?
Del Caipe
ausente
sordo
mudo.
(…)


(III)
Una atarraya
Amansaba canciones y pescados.
Hoy,
sólo lamentos.
Cuesta abajo
El Caipe es un espanto tendido
Con la edad antigua de los muertos.
(Ramos; 1999., Pp, 24,25)

Retornos e iluminaciones

Destellos e iluminaciones del tiempo̶ espacio mítico. Atemporalidad sinuosa del sueño; descorrer el velo y tras la celosía, la dudosa realidad abordada desde la subjetividad, las voces y coros de la muchedumbre. El cuento echado por todos, el cacho vuelto al revés; la avutarda señalando el eterno retorno: La tarde es un mar allá arriba

La tarde/ es un mar allá arriba/ en el techo del mundo/ y no se cae/.

Imaginario y alquimia en el constructo de la ciudad. Arquitectura del decir y dibujar sus sombras, de nombrar sus orígenes y celebrarla:

(…)
A esta hora /Barinas / es el resto del mundo bostezando. /
Y nos remite, a manera de saludos y adiós, estos Versos de la Ciudad:
La calle y yo/ desandamos un diálogo de solos. / Regreso a mis pasos/
con las aves/ y el mundo a cuestas. /

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Ramos, Alfredo. “Versos de la ciudad”. Colección El cristal nervioso. Ateneo de Barinas y Fondo Editorial El Fauno Cautivo. Barinas, 1999.,Pp, 24, 25.

Roger Herrera Rivas
Poeta venezolano (Caracas, 1962). Es licenciado en teatro por el Instituto Universitario de Teatro. Ha publicado el estudio monográfico Apuntes sobre el teatro y su doble (2001) y los poemarios Fragmentos (1987), La crin de Dios (1996), Desadaptados (2000), Elegías de Wölfing y Los balandros son dioses (2005).
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