Una aproximación de Ender Rodríguez, en la que sintetiza múltiples trabajos en la obra de Carlos Yusti.

Libros-objeto, Libros de artista y uno de sus magos: Carlos Yusti

Una aproximación de Ender Rodríguez, en la que sintetiza múltiples trabajos en la obra de Carlos Yusti.



No hay arte sin texto.
Dámaso Ogaz

Por Ender Rodríguez

Fotografía de cortesía. Tomada del Correo del Caroní. Foto: William Urdaneta.

Manos de abanico


Carlos Yusti (Valencia, 1960) es una especie de mago en la expresión lúdica encuadernada, auto-editada, intervenida y re-estructurada por decirlo así, manejándose entre las formas de los neo-libros más peculiares o casi inverosímiles, narrativos, artesanales, o rústicos e inéditos pero con sus rasgos de originalidad tomando en cuenta el hilo discursivo de su autor. Podríamos decir quizás que los libros objeto de Yusti son poco conocidos en Venezuela. El ensayista y creador visual al que me refiero, además de  “natural pedagogo”, consigue  también en sus piezas o libros objeto; más que un arte, lograr que sean un pretexto para rozar el alma de las personas que se introducen en cada trabajo mientras lo palpan, tocan o lo sienten con sus propias manos. Estamos en una época donde el confinamiento nos ha generado estar aletargados en cierta soledad, y tan poca interacción humana nos enferma socialmente. Acaso ¿Nos enfrentamos al distanciamiento del sentir?    

Detalle de pieza de Carlos Yusti (Del libro infinito). Tomado de internet.

Una de las poetas e investigadoras que lo conoce de cerca e indaga sobre él, es Ximena Benítez, quien para la revista Madriguera nos deja su parecer sobre algunas obras de este autor en la muestra de 2017 en Caracas (UNEARTE) denominada “Arte en Proceso”, donde nos comenta y describe al ver entre sus trabajos, lo siguiente: 
“Disquetes de los que se despliegan papeles doblados en forma triangular constituyendo una suerte de acordeón con pinturas y grafismos, discos de vinil que se abren para desplegar papeles coloreados, zapatos a los que luego de desatar sus trenzas puedes acceder a un libro de idéntico tamaño del pie que debería habitarlo, una máquina de escribir de la que brota un papiro suspendido que da la sensación de volar, ser infinito y atraviesa la sala de la galería”
… 
Continúa más adelante Ximena B. de este modo:
“La muestra plástica está integrada además con varios ejemplares de la revista La Tapa del Frasco, estas revistas contienen ensayos de diversos temas y autores, poemas, dibujos que vienen doblados dentro de contenedores distintos: frascos de pastillas, bolsas de plástico con objetos dentro, dedales de los que salen pequeños textos que se despliegan, textos que forman cigarrillos que pueden ser desenrollados para leer, hasta un simulacro de billetera de caballero realizada con cartulina y que posee dentro todo lo que suele llevarse (identificación, estampita de santo, servilleta con la huella de un beso, billetes).  Entonces la función del objeto adquiere una resignificación y la idea convencional de libro o revista es abolida abriendo paso a un universo de posibilidades que despierta la imaginación y desprejuicia al espectador, le hace dudar de lo establecido, le invita a buscar qué hay más allá, le sintoniza con un tiempo de lectura en el que lo creado (el libro de artista) le permite modificar su ánimo y  pensamientos” (Consultado el 10-02-2022 y disponible en https://www.madriguera.com.ve/2017/06/sobre-los-libros-de-artista-de-carlos.html ).  
 
Imagen tomada de internet. Muestra en UNEARTE (Caracas), 2017 denominada “Arte en proceso”. 

Según entiendo, Yusti no pretende realizar libros u objetos exquisitos o demasiado “estetizados” o “estetizantes”. Su intención no es la de generar libros para encerrarlos en una colección intocable o fría; sino más para la interacción candente con el público y, especialmente niños o personas sobre todo espontáneas e instintivas. 
En un excelente texto del investigador Félix Suazo para Trafico Visual, apunta lo siguiente sobre el mundo alternativo del libro de artista y la auto-edición:  
“…La autopublicación constituye uno de los segmentos más prolíficos del arte contemporáneo, generalmente utilizada para los “libros de artista”, “fotolibros” y “fanzines”… En la Venezuela del siglo pasado se distinguen de manera significativa las Ediciones de El Techo de la Ballena, agrupación artístico cultural que entre 1961 y 1967 realizó afiches, postales, manifiestos y libros con medios muy rudimentarios, pero de diseño y factura excepcionales. También destacan los libros de grabado acometidos por Gego y Luisa Palacios, así como las producciones de arte postal que emprendieron Dámaso Ogaz con fotocopias y Diego Barboza con impresos de bajo costo. Del lado de la fotografía, varios autores desplegaron una sobresaliente actividad en el ámbito de la autoedición, entre ellos Paolo Gasparini, Bárbara Brandly y Thea Segall, por solo anotar unos pocos ejemplos. Igualmente, se realizaron ediciones excepcionales consagradas al diseño de autor como Visibilia (1969) y Nenias (1969) de Gerd Leufert e Imposibilia (1968) realizado conjuntamente por Nedo MF y el citado Gerd Leufert. El investigador y poeta Alejandro Salas, quién tuvo un papel pionero junto a Nélida Mosquera en la elaboración y conceptualización del “libro de arte” a través de la editorial S&M (1988-1995)…” (Consultado el 15-02-2022 y disponible en  https://traficovisual.com/2019/05/11/autopublicacion-carencias-y-urgencias-del-arte-en-venezuela/ ).  

En el texto de Félix Suazo se nombran igualmente a Consuelo Méndez, Armando Ruiz, Paolo Gasparini, Camilo Barboza, Esmelyn Miranda, Juan Iribarren, Hernán Alvarado, Luis Lizardo, Isabel Cisneros, Víctor Hugo Irazábal, Ricardo Benaim, Corina Briceño, Rafael Castillo-Zapata, Florencia Alvarado, Ricardo Peña y la revista Pulgar, además de comentar sobre obras o piezas de Muu Blanco, el libro flexible “Coreotopías” de Miguel Bracelli (2017), las fotonovelas de Deborah Castillo como por ejemplo “El secuestro de la Ministra de la Cultura” (2013), El Narco-libro de Dianora Pérez (2017), los libros de Teresa Mulet los cuales son columnas de papel maculado, y otros autores. El proyecto “Historiografía Marginal del Arte Venezolano” (2012) toma parte de estas riendas de expresión gráfica, fanzine, memoria e historia con ironía y cierta acidez. 

 
Foto: Cortesía de Carlos Yusti. 2021.

Foto: Cortesía de Carlos Yusti. 2021. 

Nos dice Carlos Yusti: 
“…Siempre me han interesado los libros que tienden a la extrañeza y lo raro… Entre esos libros curiosos que prefiero, se podrían mencionar los escritos (con una caligrafía de belleza apretada) por Juan Antonio Navarrete, un borroso fraile franciscano que nació en 1749 y que dedicó parte de su vida a escribir libros entre el juego, la filosofía y la templanza moral cristiana. Por ejemplo en su libro “El juego de la paz y de la guerra” utiliza la baraja española combinada con la adivinación para hacer partícipe al lector de un juego atípico…. Por supuesto no se puede dejar al margen a Rafael Bolívar Coronado y sus libros apócrifos de la colonia, del llano o su biografía de Lenin. No puede faltar Santiago Key Ayala y su libro: “Motivos de conversación. Monosílabos trilíteros de la lengua castellana”. En nuestra Biblioteca Nacional existe una colección de libros raros y manuscritos que cualquier curioso puede consultar, pero me gustaría incluir un librito extraño de Pedro Téllez titulado “Fichas y remates”, que son pequeñas anotaciones de un amante de los remates de los libros con otras cosas varias y profanas como los taxistas, las prostitutas, libros viejos y la Habana…” “…El libro de artista no es un libro bello, ni un libro en ese sentido artesanal de los escribas egipcios o de los monjes en sus conventos medievales … La naturaleza del libro de artista es intrínsecamente ambigua: es arte y no quiere parecerlo. Este deseo surge del pensamiento contemporáneo y esa desazón de colocar en la balanza la futilidad del arte y del libro e incluso del autor y su desaparición inexorable, Barthes dixit…” (Consultado el 12-02-2022 y disponible en http://grupolipo.blogspot.com/2016/07/los-libros-de-artista-de-carlos-yusti.html )

Foto: Cortesía de Carlos Yusti. 2021. 

Para el poeta y artista visual Roger Herrera, Yusti “propone un discurso, a pesar de no ser único, es esencial, es orgánico y al realizarlo, no solo, se plantea enfatizar en el hechizo entre espectador y obra o entre el ser y el hacer…” (Consultado el 08-02-2022 y disponible en http://papelesdelainsidia.blogspot.com/2017/07/el-libro-infinito-juego-y-logografia-en.html ). 

Nos dirá en sus propias palabras nuestro amigo Carlos Yusti: 
“…El libro de artista no es un libro bello, ni un libro en ese sentido artesanal de los escribas egipcios o de los monjes en sus conventos medievales… La naturaleza del libro de artista es intrínsecamente ambigua: es arte y no quiere parecerlo. Este deseo surge del pensamiento contemporáneo y esa desazón de colocar en la balanza la futilidad del arte y del libro e incluso del autor y su desaparición inexorable, Barthes dixit…” (Consultado el 10-02-2022 y disponible en http://grupolipo.blogspot.com/2016/07/los-libros-de-artista-de-carlos-yusti.html ).

Detalle de obra de Carlos Yusti. Imagen tomada de Letralia.

El libro que prácticamente nos muestra la multiplicidad de presentarnos por millones lo poético, es el famoso trabajo denominado “Cien mil millones de poemas” de Raymond Queneau, como veremos:

“…En 1961 salió a la luz un libro ya mítico, «Cien mil millones de poemas», de la pluma (y parece que también de la tijera) de Raymond Queneau. Este libro, insignia del Oulipo (abreviatura de lo que en castellano sería algo así como «taller de literatura potencial») propone 10 sonetos cuyos versos son totalmente combinables y rimables entre sí, proporcionando de este modo hasta 100.000 millones de combinaciones posibles…” (Consultado el 10-02-2022 y disponible en https://blogbibliotecacid.wordpress.com/2016/08/01/cien-mil-millones-de-poemas-de-raymond-queneau/ ).

Obra “Reloj poético” de Yucef Merhi. Tomado de www.yucef.com

Yucef Merhi es un poeta, artista y hacker venezolano que ha producido importantes obras usando equipos tecnológicos diversos o multimedia también y otros dispositivos en la presentación de sus palabras escritas. Merhi creó, diseñó y programó por ejemplo el “Reloj Poético” (Caracas, 1997), el cual es una máquina que convierte el tiempo en poesía produciendo diariamente 86.400 poemas distintos, porque muta cada minuto, cada hora. 

Obra de interacción: “Metaldedo” de Ender Rodríguez, 2014-2015. Expuesta en la Galería “Quinta Lis” (En 2015) y en el Museo de Artes Visuales MAVET del Táchira (En 2021). 

Hace más de cinco años se me ocurrió realizar un tipo de pieza de carácter  interactivo intitulada “Metaldedo”. Ya he realizado trabajos que buscan algo parecido o a veces que puedan generar controversia como la denominada obra “Remítase al texto” (2011) donde hacía una especie de crítica y una auto-crítica sobre el sentido de los Salones de Arte en Venezuela y que obviamente fue rechazada en el Salón “Aragua” hace 11 años atrás; quizás porque pudo haberse percibido como un tipo de “cuestionamiento”. El trabajo de mi autoría denominado “Metaldedo” (2014-2015), expuesta en dos espacios culturales de San Cristóbal, generó interesantes reacciones desde rechazo, un posible tabú e inquietud y curiosas maneras de sensación tanto como picardía en algunas situaciones en personas jóvenes como en adultos mayores. El introducir el dedo en un espacio oscuro podía ser intimidante o algo extrañamente juguetón, y ni hablar de lo que pensaban los participantes al tocar o rozar con las yemas de los dedos la composición de elementos incógnitos utilizados dentro de la parte secreta e interna de la pieza.  
   
Detalle de Libro de artista “Flores de Lolita” (2020) de Carmen Ludene. Medidas: 22,5 x 14 x 2 cm (Cuaderno). Obra dedicada a la gran escritora tachirense Lolita Robles de Mora a manera de tributo. 

El libro de artista suele ser detonador de emociones o puede ser también un “diario de catarsis” muy potente. La docente, investigadora y artista tachirense Carmen Ludene nos presenta su libro de artista denominado “Flores de Lolita” en homenaje a esta gran mujer creadora en nuestra región (escritora, recopiladora de historias, leyendas de espantos y aparecidos, narraciones orales indígenas, otros). En este material de artista de Ludene, ella se incluye como parte de ese todo fronterizo, íntimo, humano, doloroso y personal que significa danzar entre las flores más queridas de nuestra ya desaparecida físicamente Lolita Robles. Carmen Ludene fue pionera en la frontera colombo-venezolana al lograr participar como curadora seleccionada (junto a su equipo de trabajo) y hacer posible que artistas tachirenses participáramos –donde me incluyo- para formar parte del proyecto “Voces. Acciones. Silencios. ¡Libros de Artistas No Declarados!” en el año 2007 ante los 12 Salones Regionales de Artistas, Zona Oriente de Colombia. En los diferentes libros de artistas se encontraban algunas obras elaborados con materiales como metal, pigmentos, una bicicleta, mapas y diversas maneras de generar planteamientos de arte sobre nuestra realidad binacional. 

 
Detalle de libro de artista de Consuelo Méndez. Tomado de internet. (Backroom, Caracas, 2014).

Sobre hacer aportaciones muy particulares y biográficas de alto contenido compositivo y estéticos en trabajos tipo libro, la gran artista venezolana Consuelo Méndez posee unos libros de artista muy orgánicos, entre el manejo del digamos por ejemplo “diario” o “cuaderno de anotaciones” donde conjuga vivencias, memoria, anécdotas, etc., presentándose desde el dibujo, la pintura, la poesía y la mixtura de todo lo que funde como confluencia sublime. 

Obra de Carlos Yusti. Manipulación de uno de sus libros de artista diminutos hecho de retazos de otros libros. Imagen tomada de Grupo Lippo. 2018.

Yusti nos habla sobre los antecedentes de los libros de artista haciendo un repaso de vuelo rasante e histórico:
“…Para ubicarnos y tratar de establecer antecedentes más o menos válidos (y más allá de los cuadernos de notas de Leonardo da Vinci) y que puedan ofrecer algo de luz sobre las características básicas de los libros de artistas. El primer referente podría ser Giovanni Battista Piranesi y sus grabados sobre esas cárceles imposibles y laberínticas. Aparecieron impresos a mitad del año 1740; eran catorce estampas y en la portada podía leerse: “Invenzioni capric(ciose) di carceri all’acquaforte datte in luce da Giovani Buzard in Roma mercante al Corso”. En la segunda edición el número de estampas llegó a dieciséis y se realizaron cambios en el frontispicio de la portada: “Carceri D’invenzione Di G, Bttista Piranisi Archit(etto) Vene(ziano)”. Goya hizo lo propio que Piranesi con sus Caprichos. Agrupó un conjunto de ochenta grabados, un tanto oscuros y grotescos, para ser vendidos como una obra en su totalidad en cuanto coherencia y temática. Goya se preocupó por los temas y las tonalidades de la tinta que tendría cada dibujo. Con el poeta William Blake (1757-1827), la idea de crear libros con textos e imágenes se asume a plenitud. Blake creó sus conocidos Libros Iluminados (Illuminated Books), denominados así debido a que el poeta creó una técnica de impresión al emplear una solución, que él mismo concibió, que le permitía combinar en una misma laminilla de cobre texto y dibujo. Blake no sólo escribía sus poemas, sino que también les creaba su respectiva ilustración y con esta ventaja buscó una manera de imprimir para abaratar costos…” (Consultado el 15-02-2022 y disponible en  https://letralia.com/ciudad-letralia/notas-desabrochadas/2021/12/12/aristas-del-libro-de-artista/ ).

“Adricana”. Desplegable. Papel de plano. Tinta china y acuarela. Carlos Yusti. Imagen tomada de Grupo Lippo. 2018.

La revista de artes visuales y cultura contemporánea MAKMA, nos aporta datos sobre las maneras de experimentación e invención de los artistas a partir de formatos innovadores, diversos, y muy particulares registrados por la historia:

“A mediados del s. XX, los artistas comienzan a experimentar con nuevos soportes formatos y materiales alternativos a los considerados géneros tradicionales de expresión plástica: la pintura, la escultura y la obra gráfica, interesados por el soporte «libro», los artistas comienzan a utilizar éste medio, -hasta entonces- tradicional vehículo de textos literarios o teóricos, para darle otro uso: la experimentación plástica. Edward Ruscha con las ediciones Twenty-six  uzle na stations, (edición de 400 ejemplares numerados pero sin firmar,1963), y Every building on the Sunset Strip, con un desplegable a modo de acordeón en su interior (1.000 ejemplares, 1966); junto con Dieter Roth que edita Daily Mirror (1970) y las publicaciones del movimiento Fluxus, con los libros de Maciunas, o los conceptuales de Kosuth o Tim Ulrichs son claras muestras de las creaciones en busca de otros formatos. Duchamp, configura la idea de utilizar el soporte libro como transmisor y vehículo de imágenes y textos, clave para entender la aparición de los libros de artista. Recordemos su concepción multidisciplinar de la obra de arte, los ready-made, (objetos ya realizados encontrados, que por ser elegidos por el artista se convierten en arte), los ensamblajes, los montajes ambientales y sus cajas… Su libro Malheureux (1919) contenía las instrucciones para ser expuesto a las inclemencias del tiempo y así transformarse, indicando el camino a los libros intervenidos por los artistas. A bruit secret (1916), ovillo de cuerda entre chapas de latón, es precursor del libro escultura… La utilización de cajas como alternativa al libro encuadernado es, también, referencia fundamental para el futuro LA. Caja (1914), contiene notas manuscritas y dibujos; Caja verde (1934) y Boîte-en valise (1935-1941), son obras clarificadoras de este concepto…” (Consultado el 15-02-2022 y disponible en https://www.makma.net/breve-historia-de-los-libros-de-artista/ ).
 
Obra “Daily Mirror” de  Dieter Roth 1970. Tomado de internet. 

A manera de entrevista:

Detalle de trabajo de Carlos Yusti. Imagen tomada de internet.

¿Cuál ha sido la experiencia más rara, loca o divertida cuando la gente abre tus libros como quien pela una cebolla o un cambur?

Más que raras han sido singulares. En las escuelas, los niños y niñas cuando despliego algún libro sus caras brillan de asombro. Luego aplauden y me dicen: “señor usted es un mago”. Con eso busco que el libro sea en sí un acto mágico. Con los adolescentes del bachillerato, me sucede que en la introducción explicativa sobre el significado del libro de artista y su historia, el aburrimiento y desdén es general. Comienzo a mostrar algunos libros y enseguida salen de la modorra y las expresiones exclamativas no se dejan esperar. En la segunda parte cada joven hace su libro y se concentran con pasión a su tarea; que tengo que señalarles que me tengo que ir y entonces a coro me piden más tiempo. Lo cierto es que los públicos más reacios se ven subyugados con los libros de artistas. Me pasó algo con las nietas gemelas en Caracas. Hice una exposición de libros de artistas y pasé por la escuela de las gemelas, ellas estaban un poco cortadas ya que eso era una raya que sus abuelos, me acompañaba mi esposa, fueran a su escuela. Hice la presentación tanto para primaria y bachillerato. Las gemelas estaban orgullosas de sus abuelos, ya que los comentarios de sus compañeros fueron bastante elogiosos. Cosas como esas te llenan de gran satisfacción.
 
Detalle de trabajo de Carlos Yusti. Imagen tomada de internet.

¿Tú crees que haces libros-objeto también para hablar de tu “libro interior”, relatar lo que ves y deseas que se vea o se reflexione, y eres un libro más para aperturar hacia algo o hacia el posible infinito?

El libro de artista tiene infinitas posibilidades, hoy debido a que lo virtual ha transformado todos los parámetros culturales que conocemos y la cultura del libro impresa por supuesto, ha sufrido sus cambios respectivos.  Más que relatar algo, el libro de artista busca que tanto el lector que lo manipula como el libro en sí,   sean el relato estético. Que lo estético se convierta en algo participativo donde el libro es vez de ser un punto final, sea el inicio de infinitos puntos sucesivos.

Carlos tú formas parte del libro que compilé denominado “VISO” (2020), sobre la imaginería lírica en Venezuela (poesía visual y experimental). Gracias a ese libro y al tomo dos, poco a poco hemos sacado a la luz tanta producción nuestra tanto dentro como fuera del país (ambos libros disponibles en LP5 Chile y en Saberula). Volviendo a tus procesos creativos, he visto que unos trabajos o piezas tuyas son realizados de modo sencillo, parecen unos elaborados para que hasta un infante los maneje, abra, destape y vuelva a sellarlos o envolverlos, otros son quizás más complejos o estructurados ¿De dónde se te ocurrió hacerlos o armarlos, qué autores te han marcado por decirlo así? 

Mi nieta estudió primaria en una escuela pública y para apoyarla (y estar más tiempo en la escuela) luego de algunas investigaciones armé un proyecto sobre el libro de artista. En mis pesquisas descubrí que ya había hecho libro de artista sin saberlo. A mi esposa para conquistarle, le escribí alrededor de cien poemas. Estos poemas iban acompañados de dibujos y fueron escritos a máquina y a mano. Algunos están sueltos y otros están agrupados en pequeños libros (o libretas). Como ella tenía todos esos papeles guardados en una maleta busqué una pequeña caja de perfumes que se abría como un libro. Le pinté la portada y la contraportada y coloqué todo esos poemas y dibujos en esa pequeña caja. A partir de esta idea revisé por la Internet todo lo referente al libro de artista. Entonces para implementarlo en las escuelas busqué hacerlos con materiales reciclados para que los niños no gastaran dinero en materiales. Me interesaba introducir a las niñas (y niños) a ese mundo creativo del libro como objeto, pero también como hecho estético y que a partir de materiales burdos (como el cartón, páginas de revistas, papel re-utilizado, potes de cualquier tipo, etc.) era posible crear belleza. 

Fotografía de taller dictado por Carlos Yusti para niños. Imagen tomada de Letralia. 

Poeta –palabreador de abanicos- te pregunto, valorando tu importante labor al ser pedagógico con tus piezas además de crear, a partir de lo que he ido observando de tus trabajos en cuanto a libros de artista y libros objeto ¿Tú sientes tus obras como juguetonas y lúdicas, algo serias a veces, como mecanismos o artefactos de instrucción, simple experiencia sensorial o cómo las analizas? 

El componente lúdico es inherente al libro de artista. Que el lector atípico de los libros de artista juegue con el libro y se convierta en pieza importante al manipular el libro como un uzle, como un mecano del que puede extraer algunas posibilidades creativas. La esencia del libro de artista es un tanto paradójica: no es arte en un sentido estricto, ni es escritura en su sentido amplio. No obstante intenta fusionar el arte del dibujo con los signos de la escritura (las letras) para dinamitar las formalidades del libro que comunica, y expresa ideas de un determinado autor. El artista expresa emociones, inquietudes de otro orden y se vale de otros discursos (el comic, la viñeta, el fanzine, etc.) para convertir el discurso artístico en sorpresa y emoción. 

 
Tomado de internet del blog de Andrea Baeza.

Voy cerrando este texto y entrevista a Yusti con algunas últimas reflexiones, datos y más aportes donde podría comentar por otro lado, que hay editoriales interesadas en generar libros objeto y de arte muy originales como por ejemplo la edición limitada de 500 copias del libro de entrevistas de Miyó Vestrini intitulado “Al Filo” como libro experimental de Ediciones “Letra Muerta” de 2015 con tapas de cartón y tripa en papel de biblia, numerado a mano e impreso en Editorial ExLibris en Caracas. La Editorial Proteo de Colombia asume la creación de libros objeto o libros de arte por decirlo así, entre ellos “Ya no soy esa carne trémula” de la creadora y collagista colombiana Daniela Prado o la novela gráfica “Ex Nihilo” hecha en collage por el venezolano Carlos Iván Padilla. Recientemente la Editorial Kavrial publicó el libro “Welserland” (2021-2022) de nuestro querido poeta Víctor Manuel Pinto con una estética sumamente única y deslumbrante. Nos quedamos cortos al hablar de libros de este tipo porque se han realizado muchos al respecto; pero no sucede esto de la intención estética interesante –cuidada- o espectacular en la mayoría de publicaciones convencionales de libros impresos. Ahora bien, no podría uno dejar de mencionar la obra “SABIA VIDA SAVIA, Manual de irrealismo pragmático¨ bellamente ilustrada y editada desde España a todo color y en papel glaseé en formato pequeño con textos de la gestora cultural y poeta María Gabriela Lovera y con imágenes de Daniela Guglielmetti. De manera sobresaliente  el “otro libro” de Nelson Garrido a raíz de la publicación primaria realizada por la “Cueva Editorial” sobre su obra fotográfica tan suya, resultó ser sumamente revelador (usando el accidente técnico) en la vía de la originalidad como intervención estética en este caso. Sobre esta idea específica nos apunta el texto de “El cuarto de los juguetes” referido a la exposición “Las in-maculadas” del 2017 en “El Anexo” de Caracas de Garrido donde se presentó esta extraña exploración de esas impresiones como de “otro libro” surgido elocuentemente y expuestas:
“Precisamente esa relectura que aborda Nelson Garrido en su obra a través de la “casualidad de la macula” parte de la recolección de papeles restantes donde “se superponía un cochino levitando sobre la cabeza de Simón Bolívar, una cucaracha aplastada sobre un plato de comida y eso me pareció muy interesante,” acota el también creador de La ONG Organización Nelson Garrido… Con todo un material que pude recoger gracias al apoyo de las personas que trabajan en la imprenta Gráficas Lauki saqué postales que regalo en cada presentación del libro. Todas estas maculaturas son en parte una metáfora del país, donde hay que reciclar. Así como la gente está recogiendo comida de la basura, yo recojo de la basura de imprenta el material.” (Consultado el 15-02-2022 y disponible en https://elcuartodelosjuguetes.wordpress.com/2017/10/09/nelson-garrido-muestra-sus-in-macula-das-en-el-anexo/ ).

Deseo pensar e imaginar una iniciativa medio utópica denominada el VERBO-PARQUE donde desde la expresión totalizadora y “totalizante” y de modo transversal, holístico, de diálogo de saberes y experiencial, multidisciplinario e inclusive tras-disciplinario; donde las personas en general puedan ser estimuladas a formar y re-crear historias, poemas, relatos y cantidad de posibilidades artísticas, instintivas, libres, compositivas y espontáneas demostrando que no se necesita ser poeta o artista para construir o re-elaborar historias o textos literarios de improvisación nada academicista o esteticista; sino más bien del tipo experimentador, personal, catártico, liberador y narrativo desde uno mismo.  Sería de ensoñación poder contar con aparatos y máquinas programadas o video-lúdicas, lo transmedia, equipos musicales, juegos virtuales, posibilidades digitales interactivas para rellenar o para continuar producciones creativas, pizarrones donde se pudieran ensamblar piezas, letras o palabras grandes o pequeñas, escenarios para fines como teatralizar, dibujar, pintar o escribir en plataformas diversas, grabar audios completando tramas de narración, etc, etc, etc. Obviamente con ayuda de pedagogos, artistas, docentes, guías, y demás personal preparado para este tipo de proyecto de interactividad socio-creadora.  
Volviendo a Carlos Yusti, existe hay una amplia variedad de material de consulta audiovisual y virtual sobre sus trabajos disponible en la web, especialmente en Youtube en la onda de la democratización del conocimiento y la circulación gratuita. Al ver algunos de estos procesos, uno piensa en aquella premisa medio anarquista de “HÁGALO USTED MISMO” o en inglés: “Do it yourself". Libros desplegables o que al abrir pueden colgarse de las paredes, del techo o salir desde el suelo hacia arriba por ejemplo, etc. También hay cajitas de donde se asoman postales o piezas con elementos añadidos o ensamblados sumamente curiosos o que generan búsquedas líricas. Muy al estilo de hacer libros independientes, es la manera de elaborarlos por Yusti al no supeditarse al comportamiento del “mercado editorial” o a las editoriales que en medio de las más terribles crisis sobreviven. Sobre estas iniciativas poco conocidas  debemos  nombrar la valiosa labor pedagógica que realiza el poeta e investigador Franklin Fernández desde los espacios que le brindan las instituciones públicas y en especial escuelas y liceos o comunidades para dictar talleres sobre elaborar Libros de artista y libros objeto. De hecho me alegra comentar, humildemente, que uno de mis libros de artista con el cual realicé un trueque con el también artista y poeta visual Franklin Fernández en 2015, él lo ha utilizado en algunos de sus talleres con adolescentes. Así mismo sucede con uno de los libros objeto que doné en 2017 a la Organización Nelson Garrido (ONG) de Caracas y el cual, el maestro Garrido ha usado para ciertas labores didácticas, como me manifestó. “El caracol de espuma” ha sido un ejemplo de edición alternativa, además de la creación de plaquettes auto-publicadas y promovidas por parte del escritor venezolano Miguel A. Guevara durante años. El taller Editorial “El pez soluble” coordinados por las excelentes Belkis Arredondo y Edda Armas, publicó la Antología del textos de poesía “El ojo errante” galardonada en 2009 con el VI Premio Nacional de Libro (CENAL) por el diseño de la portada y la Editorial el Pez soluble, la cual también obtuvo el premio como editorial alternativa. En 1994 la poeta visual Ximena Benítez realiza su primer poemario muy suyo denominado “Temporales”, siendo un ensamblaje en madera intervenida con dibujos, collage, gubias y laqueado (Libro-objeto de ejemplar único). De los talleres de libros de artista que realizan diferentes personas y grupos de trabajo, siempre salen piezas o libros objeto muy ricos  e inéditos que rara vez son conocidos o publicitados. 
El gran poeta y artista experimental Dámaso Ogaz también fue un precursor de este tipo de libros de arte en Venezuela, y quien marcó a su vez al maestro poeta y collagista César Seco, quien realiza peculiares obras de este tipo y objetos de arte y collage biográficos cercanos a la historia literaria y sus personajes. La experiencia artesanal y lírica del equipo que dirige Astrid Salazar denominado Editorial “Dirtsa Cartonera” suele ser particularmente definitoria de lo que es crear libros de corte alternativo y prácticamente “hechos a mano” desde Maracay – Venezuela. Realizar obras dibujísticas y artísticas implementando técnicas y medios mixtos usando cartón, plástico, reciclaje y re-utilización cada vez se hace más vital y necesario ante el problema socio-ambiental y en especial ante la crisis pandémica mundial. La importante diseñadora y artista venezolana Teresa Mulet ha desarrollado proyectos, libros de artista, instalaciones interactivas –por ejemplo En(re) de 2014- y propuestas donde las personas logran participar y reflexionar en torno a la interacción con objetos, palabras, textos, formas, números, acciones de reciclaje y ejercicios didácticos donde temas como la ecología, la violencia a denunciar, la búsqueda de una convivencia y armonía societaria son esenciales en su manera de accionar como artista comprometida. Imagino a Yusti preparando sus nuevos trabajos como mago, de repente diseñando preparar algo más bajo la manga o sacar del sombrero todas sus multi-posibilidades de “abaniquero”, de “verbalizador”.      
Siempre se nos quedarán en el tintero muchos personajes por nombrar sobre libros de este tipo o alternativos y de corte experimental. Queda mucho por hacer en este sentido en la onda de unir y no competir entre iguales o entre creadores o entre iniciativas literarias y estéticas. Pero por otro lado, surge la inquietud fundamental de generar proyectos y gestión cultural ampliada y a su vez, aportar en la creación e investigación desde la complejidad y más allá del propio arte como concepto aislado, y de manera esencial con énfasis en la interactividad y socio-creación, valiéndonos del arte colaborativo, relacional, el “arte hecho con el público”, y en fin en la transformación social para un futuro más viable y sostenible en el planeta que al parecer, se desbarranca actualmente.

Referencias: 

*Rodríguez, Ender (14-01-2022): Entrevista a Carlos Yusti (Vía email).

Ender Rodríguez
(San Cristóbal - Venezuela. 1972) Escritor y artista multidisciplinario. Lcdo en Educación Integral. Ha publicado: Cantos del origen (2001, CONAC); El sofá de Beatrice (2006, CENAL); Primavera cero (IPASME, 2007); Creactivo I (BARIQUÍA , 2007); Rabo de Pez Nuevos idiomas en la creación formato e-book (FEUNET, 2014), Entrecruzamientos (EAE Editorial Académica ESpañola 2015), Ex sesos y asa res Borrones para textos no tan perversos (CENAL, 2016), El Blues de la Parca (AMAZON, 2017), Creactivo II (AMAZON, 2017), Poemas Absurdos (LP5 Chile, 2020) y VISO Poesía visual, objetual y collages en Venezuela (SABERULA, 2020); entre otros publicados en internet y en físico como coautor. Ha publicado en espacios digitales literarios de Venezuela, España, México, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y Brasil. A través del proyecto LAVOE algunos de sus poemas se han traducido y grabado al alemán, inglés, francés, portugués, wayuú y africano. Actualmente se plantea publicaciones alternativas, audiopoesía y experimentos variados en otras plataformas de publicación digital y audiovisuales de fácil acceso.(SCRIBD / ACADEMIA.EDU / SABERULA)

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