El número XX

Una bienvenida a un nuevo número de la Revista Literaria Madriguera.

“No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo (…). Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería, son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos.”

John Keating (Robin Williams)

Por Joan Manuel García

1. Cada vez que sale un número de la revista el ejercicio es más o menos el mismo, nos alegramos con los que compartimos el espacio, reflexionamos sobre el seguir en pie y pensamos como mejorar para el siguiente número, el presente es más luminoso cuando podemos dar propósito al futuro.
2. En eso he pesando en la idea que se tiene de forma muy prominente de que hemos llegado al final del camino, que cada presente da como frutos peores pasados, que el arte y la escritura no son más que versiones desgastadas de un primigenio esplendor que agoniza en cada generación.
3. Esa es la mirada pesimista que con facilidad las personas solemos caer, sin embargo, una revista se resiste a ese pesimismo, una revista requiere buscar entre las personas aquellos que buscan resistirse a la atmósfera de lo decadente y se abocan al hecho creativo.
4. En el número 20 tenemos el placer de contar una vez más con Miguel Antonio Guevara, Gabriel Jiménez Emán, Roger Herrera y Mariajose Escobar, amigos ya hace tiempo de esta casa que no deja de trabajar por aportar belleza a este mundo. Tema aparte darle la bienvenida a Benjamín Eduardo Martínez Hernández, con su ensayo sobre el Eros.
5. Además de ello se presentan creaciones de Angelo A. Marcano, Adlly Gonzalez y Felipe Ezeiza, cada uno con su particular belleza, a través de su voz, su poesía y sus historias, que nos demuestran que las personas permanecen creando y trabajando, que la convicción no se detiene.
6. Por lo que, en ese ciclo del que les hablaba no me queda más que decir que celebramos una vez más con cada uno de ustedes y que en esta casa buscamos ir siempre a un futuro mejor juntos.